Tuve conocimiento de la obra de Dave McKean ,hace ya bastantes años, gracias a su trabajo en las portadas de Sandman- la excepcional obra maestra de Neil Gaiman- y tengo que decir que fue un amor a primera vista.
Todo el vasto y complejo universo que Gaiman desarrollaba en el interior de esa maravilla fantástica que es la serie de Sandman estaba, de alguna manera, bosquejado y perfilado en las inquietantes y extrañas ilustraciones de McKean.
Después vendría la novela gráfica Arkham Asylum, Orquídea Negra, Mr. Punch...
Hay un ingrediente en la propuesta de McKean que me intrigó desde el primer contacto visual: la incomodidad.
La agradable incomodidad y perturbación íntima que me transmitían aquellas imágenes que brotaban del inmenso y oscuro talento de Dave McKean. Esa capacidad, poco frecuente, que posee el genio del misterio y el horror para trasladar mediante una simple de sus ilustraciones, fotografías o collages(y otras técnicas mixtas que Dave utiliza) todo el desasosiego que contiene un relato de Lovecraft o Clive Barker.
Dave McKean tiene el talento de la tribu genial y oscura. Sabe cómo compendiar los miedos más íntimos, adentrarse en las pesadillas más tenebrosas e indescriptibles, remover el agua profunda, negra y viscosa en la que apenas flota el alma humana.
Y todo alejado de los tópicos del género.
Hay algo conmovedor y fascinante en las ilustraciones, alejadas de la luz, de Mckean. Perdón, algo conmovedor, fascinante y hermoso. Muy hermoso.
Espero que las disfrutéis como yo lo hago. Y, por cierto, siempre es temprano para volver a leer Sandman, una de las obras maestras del cómic de las últimas décadas. Y si puede ser a la luz tenue de la luna y las viejas estrellas mucho mejor.
Todo el vasto y complejo universo que Gaiman desarrollaba en el interior de esa maravilla fantástica que es la serie de Sandman estaba, de alguna manera, bosquejado y perfilado en las inquietantes y extrañas ilustraciones de McKean.
Después vendría la novela gráfica Arkham Asylum, Orquídea Negra, Mr. Punch...
Hay un ingrediente en la propuesta de McKean que me intrigó desde el primer contacto visual: la incomodidad.
La agradable incomodidad y perturbación íntima que me transmitían aquellas imágenes que brotaban del inmenso y oscuro talento de Dave McKean. Esa capacidad, poco frecuente, que posee el genio del misterio y el horror para trasladar mediante una simple de sus ilustraciones, fotografías o collages(y otras técnicas mixtas que Dave utiliza) todo el desasosiego que contiene un relato de Lovecraft o Clive Barker.
Dave McKean tiene el talento de la tribu genial y oscura. Sabe cómo compendiar los miedos más íntimos, adentrarse en las pesadillas más tenebrosas e indescriptibles, remover el agua profunda, negra y viscosa en la que apenas flota el alma humana.
Y todo alejado de los tópicos del género.
Hay algo conmovedor y fascinante en las ilustraciones, alejadas de la luz, de Mckean. Perdón, algo conmovedor, fascinante y hermoso. Muy hermoso.
Espero que las disfrutéis como yo lo hago. Y, por cierto, siempre es temprano para volver a leer Sandman, una de las obras maestras del cómic de las últimas décadas. Y si puede ser a la luz tenue de la luna y las viejas estrellas mucho mejor.
Saludos de Jim y en otoño recuperaremos la normalidad en el blog, después del asueto estival.
2 comentarios:
Creo que tengo alguna ilustración de él sobre Batman. Es muy bueno, pero esto va más allá de la viñeta.
Saludos.
Efectivamente, recordaba bien. Trabajó en "Arkham Asylum"
http://supaidaman.files.wordpress.com/2007/04/batman-arkham-asylum-pg018.jpg
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