A mí es que realmente me importa muy poco si Jesús de Nazaret nació en mayo, agosto o diciembre, la verdad. Incluso el tema de la verosimilitud del nacimiento del nazareno es una cosa que tampoco me quita el sueño, por lo que me da rematadamente igual si nos regimos para estas efemérides por el calendario- reformado para la ocasión por Gregorio XIII- juliano, gregoriano o el Pirelli.
Aunque, puestos a elegir, casi prefiero este último por motivos puramente heterornamentales.
Personalmente, me gustan estas fechas(independiente del origen bastardo y novelesco que les presupongo) porque respeto sobremanera el rico y fértil imaginario que- en mitad de su desolación y soledad cósmica- el ser humano despliega a la hora de tratar de dotar de cierto sentido y dirección a su incierto destino, de sazonar y edulcorar su imprecisa realidad.
Y es que me da igual que se celebre el nacimiento de Jesús, Gandalf el Gris o Campanilla, porque lo vital, lo realmente esencial, es todo lo que tiene que ver con esa inclinación de la naturaleza que el ser humano posee para elaborar lo que se denomina ficción: una poderosa fuerza motriz que genera constructos que sirven para rellenar las lagunas y carencias de su intrahistoria y tratar de dotar de cierta coherencia y significado al conjunto.
Ritos, cultos, costumbres, ceremonias, leyendas, efemérides, festividades...
Y es que lo importante, al final, son todas esas luces de colores por las calles, la música, la gente que busca a última hora algún regalo, las copas con los amigos, la cena con la familia, los villancicos, los puentes en el trabajo, las vacaciones en el colegio y ese feliz reencuentro con esa parte de nosotros mismos- esos niños ilusionados y expectantes frente a unas guirnaldas y villancicos- que fuimos un lejano día por estas mismas fechas, y que nos vuelven a refrescar puntualmente cada año los mismos conocidos ingredientes de siempre... esas cosas navideñas que vuelven siempre a casa por navidad.
Cosas como:
- LOS CATÁLOGOS NAVIDEÑOS: Miras dentro del buzón y te encuentras un tocho del grosor de "El Señor de los anillos", pero que en vez de narrarte épicas batallas entre orcos, trolls y elfos te cuenta sugerentes historias de juguetes, packs de colonias y perfumes, bufandas y turrones.
¡Y es que ha llegado la navidad!. Y da igual que sean de Hiperjuguete, Alcampo o El Corte Inglés, porque los catálogos comerciales de la navidad vienen rebosantes para ponerte en bandeja todos esos supuestos universos de felicidad y goce material y existencial... ¡a solamente unos pocos euros de distancia!
Lo malo de la navidad y los catálogos tamaño "Ulises" es que los "lectores de esta literatura de baño" tardan lo doble en salir del cubículo.
- LOS NIÑOS DE SAN ILDEFONSO: Cada vez que veo de nuevo a Los niños de San Ildefonso me viene a la memoria esa gran película de Ibáñez Serrador que se titula "¿Quién puede matar a un niño?".
Es una asociación mental refleja del tipo Foto del Calendario Pirelli-Neumáticos hinchables o Bustamante-ZZ Paff los mata bien muertos...
Esos niños de San Ildefonso que no paran durante horas de sacar infinitas bolas y cantar a lo Bisbal números y más números con un retintín inquietante, como un mantra lovecraftiano que trata de abrir una puerta dimensional para invocar a algún primigenio y oscuro habitante del universo. Y lo único que allí aparece, tras la susodicha invocación, son unos cuantos fenómenos circenses o freaks vestidos de elfos o billete de lotería que madrugan, año tras año, para asistir en directo al sorteo, y así salir entrevistados en la televisión diciendo cuatro majaderías y que toda España se chotee de ellos.
Y al final todo para nada, porque tú te matas a comprar lotería e incluso empeñas algún órgano(de tus padres, claro, que bueno sí... pero tampoco tonto) para que, año tras año y de forma indeclinable, solamente te toque alguna miserable devolución, que además- ¡picas dos veces!- la vuelves a emplear, esta vez de forma todavía más traumáticamente estéril(¿conocéis a alguien que le haya tocado algo en el sorteo de Reyes? Yo no...), en el sorteo del Niño.
La puñetera magia de la lotería, que la llaman. Y es que yo creo que la gente feliz que sale en los telediarios tirándose el cava y diciendo que van a utilizar el dinero "para tapar agujeros" son de atrezzo y actores contratados para la ocasión, como en "Familia" de Aranoa.
- CUCURUCHO DE CASTAÑAS: Pasear una fría tarde de diciembre bajo las luces navideñas con un buen cucurucho de castañas forma parte ya inexcusable de la tradición.
Si os fijáis, el castañero de diciembre es el mismo que en agosto pone el camión de los helados en la playa. Esto se llama posicionamiento estratégico-estacional y lo llevan haciendo muchos años, pasando así esta tradición empresarial puntera de generación en generación.
Y éstos son listos, pues trabajan cuatro meses al año y además es que nunca se han equivocado de estación y han puesto el carro de las castañas en agosto en primera línea de playa y el de los helados en diciembre entre los anuncios con papás noeles. Empresariado a la europea los castañeros-heladeros éstos.
Y, aún por encima, los cabronías te meten algunas castañas pochas para que les salga más rentable el cucurucho.
- DISCUSIONES FAMILIARES NAVIDEÑAS: Unas copas de vino en la cena de nochebuena y ya la liamos: las pullas, viejas rencillas, envidias, rivalidades entre hermanos y otras cosillas sin cerrar bien hacen de las suyas.
- ¡Que yo nunca le pedí nada a mamá... mientras que tú y tu marido fue lo primero que hicisteis nada más casaros para lo del piso...!
- Yo cuidando de papá cuando estuvo enfermo y tú por ahí viviendo la vida loca sin preocuparte y ahora vienes y...
- No me extraña que Celestino, tu marido, se divorciará de ti, porque no hay nadie que te soporte... ni yo, que soy tu hermana te aguanté nunca, porque cuando eras pequeña ya eras una creída y una acaparadora y ... ¡es que siempre fuiste una insoportable!
- Claro, mamá, tú y papá nunca me ayudasteis a mí en nada y en cambio a ella la llevabais siempre envuelta entre paños de oro... ¡vuestra hija favorita, comprándole todo lo que quería, llevándola a los mejores sitidos y a mí que me dieran por el...!
Navidad, dulce navidad y al final todos brindan mientras se imaginan rompiéndole la botella de Freixenet en la cabeza al de al lado.
- MENSAJE NAVIDAD:
Buenas noches. Me llena de orgullo y satisfacción dirijirme esta nochebuena a vosotros para transmitiros mis mejores deseos de paz y felicidad.
Al término de este año difícil y complicado para todos(sobre todo para mí y para mi familia), quiero hablaros con sinceridad y realismo, sin rehuir los problemas que nos aquejan como sociedad.
Mi familia y yo llevamos varios años sumidos en una aguda crisis económica y afectiva, por eso yo me he ido a África a cazar elefantes con una amiga cachonda, rubia y muy alemana mientras mi mujer se dedica a hacer esas tontas obras de caridad por el mundo adelante y mis yernos timan y saquean como locos a quienes se les pongan por delante.
Nosotros no estamos muy dispuestos a hacer sacrificios, pero vosotros sí que debéis de hacerlos para que España vuelva a ser un país de referencia en el continente asiático al que siempre hemos pertenecido.
Las personas con responsabilidades públicas como yo, vuestro rey, siempre actúan con seriedad, rigor y ejemplaridad, incluso en los años en los que iba subido en una motocicleta de noche ayudando a cambiar las ruedas a los vehículos de ciudadanos españoles o cuando Barbara Rey me hacía cosas por debajo de la mesa que ahora no puedo explicitar con más detalle.
Así que no nos dejemos abatir y estemos unidos. Honduras lo merece y lo necesita. Feliz navidad y buenas noches.
- LOS REYES MAGOS DE CHOCOLATE: Son de la marca Uña y pesan 30 gramos. Nadie sabe de dónde(como le pasa a las ranitas de chocolate, al Sueño de Morfeo o a Belén Esteban) han salido, pero la verdad es que han estado siempre ahí, agazapados en las confiterías y tiendas de barrio esperando a que llegue la navidad.
Tampoco nadie sabe cuál es su función real: si son figuras para adornar o para comer... o para ambas cosas a la vez, pero la verdad es que unas navidades españolas sin los míticos reyes de chocolate al lado del árbol de navidad no es lo mismo.
Lo malo es que le pasa lo mismo que a aquellos jabones de Avon en forma de lagarto o de osito: siempre te da pena una pena tremenda el hecho de pensar en tener que usarlos/comerlos algún día.
- BALANCES Y LIMPIEZAS: Estas festividades también sirven de revulsivo y desencadenante para la reorganización psicológica humana; incitan a una especie de actualización interna/externa que llama a revisar de vez en cuando nuestras vidas, actitudes, afectos, errores, ausencias, etcétera.
Navidad y Año Nuevo es ese momento de evaluación interna en el que generalmente hacemos pequeñas y grandes recapacitaciones pasadas y declaraciones de intenciones futuras que, la mayor parte de las veces, nunca llegamos a cumplir del todo.
Es como si tocase escenificar ante nosotros mismos y ante los demás cierta redefinición o reinvención para tratar de emitir la señal de que "aprendemos de la vida".
Y lo mejor es que pasan dos semanas y nadie se acuerda de nada y todo el mundo vuelve a ser un canalla, a reirse de las desgracias ajenas, a tropezar quinientas veces en los mismos errores y blablablá.
Los facebooks se llenan por estas fechas de balances trascendentes de personas humanas y en las casas toca limpieza general y se tiran cosas y recolocan estancias en un afán de superación de nuestras antiguas debilidades y limitaciones humanas.
Es enternecedor, necesario y humano todo este despliegue de miserias íntimas y su frustante desorientación existencial, a la vez que se marcan nuevos objetivos para tratar de trascender nuestra ensimismada necedad.
- TELEVISIÓN NAVIDEÑA: Los incunables que han convivido con nosotros durante toda nuestra existencia en las 625 líneas y que se reponen navidad tras navidad de forma incombustible.
Unas navidades sin un especial reposición de Martes y Trece, sin Rafael, sin la quincuagésima emisión de ¡Qué bello es vivir!, las canciones de ABBA, JUAN PARDO y BONEY M... sin los anuncios de las burbujitas de Freixenet, de 1880 "el turrón más caro del mundo" o del "Vuelve a casa por navidad" de El Almendro... son prácticamente impensables.
La verdad es que la llamada caja tonta(¡bien lista que es!) está muy asociada con este período festivo, pues de niños teníamos mucho más tiempo-al estar de vacaciones- para biengastar en los días fríos y lluviosos pegados al aparato viendo los dibujos de Pepe Pótamo, las películas en blanco y negro de Abbott y Costello y demás artefactos creados para el entretenimiento y la dulce alienación consumista-infantil-masiva.
Las muñecas de Famosa se dirigen al portal
para hacer llegar al niño su cariño y su amistad
y Jesús en el pesebre se ríe porque está alegre,
y Jesús en el pesebre se ríe porque está alegre.
Nochebuena de amor, Navidad jubilosa,
es el mensaje feliz de las muñecas Famosa.
- CESTAS DE NAVIDAD: Recuerdo que de niño esto de las cestas navideñas era uno de los grandes atractivos que traía aparejada la navidad, pues el hecho de comenzar a desembalar y revolver los productos en uno de aquellos contenedores de mimbre era una de esas cosas que resultan de lo más estimulantes para un infante picado, además de por la viruela, por la curiosidad..
Argallar, que le llamamos por aquí, entre los bombones, el queso, las botellas de cava, la caja de mazapanes, las guirnaldas que traía la cesta... y reflexionar sobre el posterior uso que se le daría a esa cesta vacía, etcétera.
De las cosas más tristes de la navidad de hoy en día es la entrega de esos productos navideños dentro de una mustia caja de cartón.
Tan triste como el sexo por internet. O peor. Mucho peor.
- LAS LEYES DE LOS REGALOS: Hay cuatro leyes no escritas en este país sobre los regalos de navidad que dicen
1- Comprarás los regalos el último día y a ultimísima hora.
2- Los regalos que te piden los niños siempre, indefectiblemente, estarán agotados desde noviembre.
3- Guarda el ticket de compra, porque el 75% de lo que regalas desea ser cambiado por otra cosa.
4- A los padres se les regalarán dos pares de calcetines, unos calzoncillos y un pack del Carrefour de Colonia+Desodorante.
- ÁRBOL O BELÉN... TURRÓN BLANDO O DURO... PAPÁ NOEL O REYES: Hay seres humanos navideños que son más de árbol y turrón duro, mientras que otras son proclives al belén y al turrón blando... y otros gustan más del árbol blando y los mazapanes duros.
Aunque desde hace ya unos años las discusiones navideñas también giran alrededor de si es mejor y más conveniente regalarse en Papá Noel(Nochebuena) o en Reyes, la tradición española de toda la vida... u otros debates fundamentales tipo del de si después de Nochebuena se salen a tomar las copas o no... o si la Nochebuena en casa de tus padres y el Fin de Año en la de los míos o al revés.
Lo interesante es que en torno a la navidad se genera debate, disensión, tensión dinámica y constructiva sobre el modelo de festejos a elegir. Así que la navidad también se ha democratizado- desde una óptica liberal- y se ha pluralizado en su implantación, con un margen mucho mayor para la experimentación y la capacidad de decisión de cada cual sobre su forma perfecta de disfrutar de las navidades. Últimamente mucha gente navideña se ha decidido a poner en las fachadas esos papás noeles que ascienden por una cuerda/escala, mientras que los fanáticos de los árboles de navidad realizan verdaderas instalaciones artísticas vanguardistas en sus salones que podrían estar perfectamente en el MoMA neoyorquino, junto a alguno de esos montajes chiripitiflaúticos con alambres doblados y fruta de plástico que firma algún artista alemán o austríaco.
Yo, por mi parte, me quedo, como toda mi vida, con el clásico Belén de plastilina y las panderetas de plástico con dibujos de los Reyes Magos.
- JUGUETES CHINOS: Todas las navidades, suele ser en el previo, comienzan unas campañas en los medios que tienen como único fin el acoso y derribo del juguete chino. Yo me supongo que, más que nada, de lo que aquí se trata es de relanzar el juguete patrio y español made in, generalmente, la zona de Alicante o Valencia.
Tuercas chinas que se tragan y atraviesan en la tráquea de los infantes, geypermanes raros pintados con elementos más tóxicos que el veneno de la mamba verde, coches teledirigidos que emiten en frecuencias de radio que provocan catalepsias infantiles e hipertiroidismo, muñecas que recitan frases demoníacas e incitan a las niñas al sexo compulsivo con notarios y fontaneros...
Los juguetes chinos son imitaciones demasiado malas y baratas, es verdad, aunque en este país desde el Exín Castillo, el Laberinto Congost y los Juegos Reunidos Geyper no se ha vuelto a hacer nada bueno en materia de divertimento y juguetería.
En fin, que espero que disfruten con moderación inmoderada de estas efemérides, deseándoles de paso felices pascuas y un próspero año nuevo a todos.
Jim Alegrias, esperando su aguinaldo.
3 comentarios:
Jim, me has matao de la risa.
Ajá, tal cual es la navidad y todas esas absurdeces (la mayoría necesarias), vivimos, disfrutamos u odiamos.
La foto de la familia pijama y el pecholata me ha desfaratao los palos del tambaliche. Jajajajaja.
Pese a todo y por todo, Feliz Navidad.
Muchas gracias, Elisa, me gusta que te guste.
La foto de la familia es trending topic.
Feliz primavera y lamenta la tardanza en la respuesta.
Saludos de Jim, Elisa.
Aunque ya dentro de poco estamos en otra navidad.
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