1. f. Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien.
2. f. Satisfacción, gusto, contento. Las felicidades del mundo
3. f. Suerte feliz. Viajar con felicidad
La felicidad es un animal esquivo, un ingrediente caprichoso y mudable difícil de sistematizar e integrar con cierta estabilidad en nuestros periplos vitales. No hay cartografía ni GPS infalibles en el viaje a la felicidad, aunque el entrañable Punset la haya intentado aprehender en una sola fórmula:
“ Felicidad = E (M+B+P) / R+C. FACTORES SIGNIFICATIVOS (S) E= Emoción al comienzo y final del proyecto. M= Mantenimiento y atención al detalle. B= Disfrute de la búsqueda y la expectativa. P= Relaciones Personales. FACTORES REDUCTORES DEL NIVEL DE FELICIDAD (R) Ausencia de Desaprendizaje. Recurso a la memoria Grupal. Interferencia con los procesos automatizados. Predominio del miedo. CARGA HEREDADA (C) Mutaciones lesivas. Desgaste y envejecimiento. Ejercicio Abyecto del Poder Político. Estrés imaginado”.
Una labor sencilla y compleja a la vez. Me explico:
a) Compleja- en teoría dependemos de una multiplicidad armónica de distintos procesos para ser felices: ritmos metabólicos cerebrales favorables, flujos químicos adecuados, interacciones productivas con los demás seres humanos, ausencia de desórdenes patológicos, herencia genética, dependencia de circunstancias externas, personalidad, necesidades básicas satisfechas, etcétera.
Sería muy complicado ser felices si padeciésemos algún déficit en uno solo de estos factores.
b) Sencilla- de repente, en los momentos o etapas en los que nos sentimos felices , todo funciona a la perfección y sentimos que nuestros mecanismos están perfectamente engrasados y que esa implosión de renovada energía, satisfacción y azules y naranjas( en caso de ser sinestésicos) nos resulta tan natural y espontánea, gracias a algún detonante concreto, como si hubiésemos pulsado el interruptor invisible que lo ilumina todo a nuestro alrededor por fuera y por dentro, y el mundo nos vuelve a parecer el mejor de los escenarios posibles.
Un simple interruptor oculto para que todos los instrumentos de la orquesta se acoplen a la perfección y todo se inaugure de nuevo ante nosotros, como si transitásemos por ese camino feliz de baldosas amarillas.
Me gusta mucho la frase de Punset de que “ la felicidad se encuentra en la sala de espera de la felicidad”.
O esa otra de que “ el secreto de la dicha reside más bien en darla que en esperarla”.
cine.
Para Juan José Campanella, el director de “ El hijo de la novia”, la plasmación perfecta de la felicidad en el Cine es el rostro de James Stewart en la secuencia final de “ Qué bello es Vivir”, de mi admirado Frank Capra.
Campanella menciona que nunca ha vuelto a ver representada la felicidad en una pantalla como en esa expresión de un George Bailey- ¡búfalo no puede dormir, no puede dormir, no puede dormir...!- jubiloso abrazado a Donna Reed en ese emotivo plano fijo pre The End.
Y es cierto que Capra es el director de la felicidad en el Cine: “ Vive como quieras” , “ Sucedió una noche”, “ Un gánster para un milagro”...
Pero si me tuviese que quedar con una secuencia que sintetizase la alegría de ser y de vivir en una pantalla, esa escena tendría charcos, paraguas, un policía... y a un sublime Gene Kelly- arrastrando 40º de fiebre en el plató- chapoteando bajo la lluvia y claqueteando bajo un desagüe.
Esa es para mi- el musical es una de mis debilidades y Stanley Donen y Vicente Minnelli dos de mis directores fetiche- una de las más perfectas representaciones de la felicidad en estado puro que jamás haya sido filmada. El estallido dichoso de azules y naranjas por dentro. El goce de vivir resumido en cuatro minutos mágicos y eternos:
Una de las mejores drogas para combatir la infelicidad: El Cine.
" - En otras palabras, ¿ me estás diciendo que me marche?
- En otras palabras no. ¡¡¡Exactamente con esas palabras!!!" ( La Extraña Pareja)
Saludos de Jim desde el paseo de las estrellas.
The End.
Una labor sencilla y compleja a la vez. Me explico:
a) Compleja- en teoría dependemos de una multiplicidad armónica de distintos procesos para ser felices: ritmos metabólicos cerebrales favorables, flujos químicos adecuados, interacciones productivas con los demás seres humanos, ausencia de desórdenes patológicos, herencia genética, dependencia de circunstancias externas, personalidad, necesidades básicas satisfechas, etcétera.
Sería muy complicado ser felices si padeciésemos algún déficit en uno solo de estos factores.
b) Sencilla- de repente, en los momentos o etapas en los que nos sentimos felices , todo funciona a la perfección y sentimos que nuestros mecanismos están perfectamente engrasados y que esa implosión de renovada energía, satisfacción y azules y naranjas( en caso de ser sinestésicos) nos resulta tan natural y espontánea, gracias a algún detonante concreto, como si hubiésemos pulsado el interruptor invisible que lo ilumina todo a nuestro alrededor por fuera y por dentro, y el mundo nos vuelve a parecer el mejor de los escenarios posibles.
Un simple interruptor oculto para que todos los instrumentos de la orquesta se acoplen a la perfección y todo se inaugure de nuevo ante nosotros, como si transitásemos por ese camino feliz de baldosas amarillas.
Me gusta mucho la frase de Punset de que “ la felicidad se encuentra en la sala de espera de la felicidad”.
O esa otra de que “ el secreto de la dicha reside más bien en darla que en esperarla”.
cine.
(Acort. de cinematógrafo).
1. m. Local o sala donde como espectáculo se exhiben las películas cinematográficas.
2. m. Técnica, arte e industria de la cinematografía.
Para Juan José Campanella, el director de “ El hijo de la novia”, la plasmación perfecta de la felicidad en el Cine es el rostro de James Stewart en la secuencia final de “ Qué bello es Vivir”, de mi admirado Frank Capra.
Campanella menciona que nunca ha vuelto a ver representada la felicidad en una pantalla como en esa expresión de un George Bailey- ¡búfalo no puede dormir, no puede dormir, no puede dormir...!- jubiloso abrazado a Donna Reed en ese emotivo plano fijo pre The End.
Y es cierto que Capra es el director de la felicidad en el Cine: “ Vive como quieras” , “ Sucedió una noche”, “ Un gánster para un milagro”...
Pero si me tuviese que quedar con una secuencia que sintetizase la alegría de ser y de vivir en una pantalla, esa escena tendría charcos, paraguas, un policía... y a un sublime Gene Kelly- arrastrando 40º de fiebre en el plató- chapoteando bajo la lluvia y claqueteando bajo un desagüe.
Esa es para mi- el musical es una de mis debilidades y Stanley Donen y Vicente Minnelli dos de mis directores fetiche- una de las más perfectas representaciones de la felicidad en estado puro que jamás haya sido filmada. El estallido dichoso de azules y naranjas por dentro. El goce de vivir resumido en cuatro minutos mágicos y eternos:
Una de las mejores drogas para combatir la infelicidad: El Cine.
" - En otras palabras, ¿ me estás diciendo que me marche?
- En otras palabras no. ¡¡¡Exactamente con esas palabras!!!" ( La Extraña Pareja)
Saludos de Jim desde el paseo de las estrellas.
The End.
2 comentarios:
Completamente de acuerdo, Qué bello es vivir, cuando uno se encuentra al borde de la desesperación, cree que no hay otra salida que quitarse la vida y aparece ese ángel que te demuestra lo importante que eres en la vida de otras personas y cómo serían sus vidas sin ti. Eso es la felicidad, el ser el sustento emocional de otros, donde acaba el egoísmo de pensar en tus propios problemas para pensar en los demás.La felicidad se escapa de los dedos como el agua, pero mientras transcurre, es un momento irrepetible que no debemos intentar retener, sino disfrutarlo. Y yo este invierno intentaré bailar bajo la lluvia, es fabuloso pillarse una buena mojadura de vez en cuando, elimina los malos pensamientos del alma y purifica el cuerpo.
Estas navidades volverán a pasarla por la tv y yo la volveré a ver por novena o décima vez, con el turrón de chocolate y los mazapanes en la mano.
Unas navidades sin ¡ Qué bello es vivir!! o Plácido no sería lo mismo.
Hay que hacer sonar la campanilla.
Saludos de Jim, Temis.
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