Ferdinand Von Shirach es un reputado jurista alemán que ha escrito éste su primer libro, "Crímenes": una serie de 11 breves relatos en los que pone de manifiesto una pericia narrativa inusual en este complejo arte de la literatura comprimida o, como diría Horacio Quiroga, "de la novela depurada de ripios que es el cuento".
Ferdinand V. nos habla aquí de crímenes cotidianos perpetrados por gente corriente, de lo paradójico de determinadas resoluciones judiciales, de las trastiendas que se agolpan bajo cada motivación y de esas intuiciones de abogado(estos relatos son un recopilatorio de algunos de los casos reales en los que él mismo participó) que resultan determinantes para la investigación y sus conclusiones.
Hay en estos cuentos una especie de maestría expositiva fuera de lo común; el autor alemán no solamente acierta con el estilo esquemático y frugal, crudo y realista, de estos relatos, sino que a la vez nos conmueve con la precisión de cirujano que despliega para situarnos ante unos personajes cuyas motivaciones y actos delictivos nos resultan a veces tan accesibles y comprensibles que nos induce al pasmo y a la reflexión.
Es muy fácil llegar a sentir empatía por estas personas que testimonian con sus crímenes que ni la vida real es tan perfecta como para no asesinar a alguien por amor ni la solución a la cuestión Yo soy yo... ¿pero yo quién soy? es tan sencilla de dilucidar.
Hay pulso. Hay Literatura. Hay afán de penetrar en las paredes de lo aparente para tratar de capturar los matices y de subrayar lo inapreciable para comprender la realidad, no por nada la siguiente cita de Werner Heisenberg inaugura este libro de relatos y nos previene sobre lo que en en estos once descarnados fogonazos nos vamos a encontrar: "la realidad de la que podemos hablar jamás es la realidad en sí".
Leer cuentos como "El etíope", "Verde" o "El erizo" te reconcilia con el género breve, te deja un regusto a buena literatura y a determinada exploración aguzada e ingeniosa de los ángulos oscuros, obsesiones, pulsiones incontrolables y redenciones íntimas que forman parte de la naturaleza trapezoidal del ser humano.
En definitiva, que Ferdinand Von Schirach ha construido aquí un libro de relatos satisfactoriamente sorprendente en el que disecciona de forma novedosa aspectos paradójicos de los procesos de investigación judicial, profundizando en el análisis de todo lo relacionado con el crimen y con la búsqueda de la verdad más allá de lo figurado.
Está editado en Salamandra.
Uno de los mejores libros que han caído en mis manos últimamente.
Saludos de Jim.
Ferdinand V. nos habla aquí de crímenes cotidianos perpetrados por gente corriente, de lo paradójico de determinadas resoluciones judiciales, de las trastiendas que se agolpan bajo cada motivación y de esas intuiciones de abogado(estos relatos son un recopilatorio de algunos de los casos reales en los que él mismo participó) que resultan determinantes para la investigación y sus conclusiones.
Hay en estos cuentos una especie de maestría expositiva fuera de lo común; el autor alemán no solamente acierta con el estilo esquemático y frugal, crudo y realista, de estos relatos, sino que a la vez nos conmueve con la precisión de cirujano que despliega para situarnos ante unos personajes cuyas motivaciones y actos delictivos nos resultan a veces tan accesibles y comprensibles que nos induce al pasmo y a la reflexión.
Es muy fácil llegar a sentir empatía por estas personas que testimonian con sus crímenes que ni la vida real es tan perfecta como para no asesinar a alguien por amor ni la solución a la cuestión Yo soy yo... ¿pero yo quién soy? es tan sencilla de dilucidar.
Hay pulso. Hay Literatura. Hay afán de penetrar en las paredes de lo aparente para tratar de capturar los matices y de subrayar lo inapreciable para comprender la realidad, no por nada la siguiente cita de Werner Heisenberg inaugura este libro de relatos y nos previene sobre lo que en en estos once descarnados fogonazos nos vamos a encontrar: "la realidad de la que podemos hablar jamás es la realidad en sí".
Leer cuentos como "El etíope", "Verde" o "El erizo" te reconcilia con el género breve, te deja un regusto a buena literatura y a determinada exploración aguzada e ingeniosa de los ángulos oscuros, obsesiones, pulsiones incontrolables y redenciones íntimas que forman parte de la naturaleza trapezoidal del ser humano.
En definitiva, que Ferdinand Von Schirach ha construido aquí un libro de relatos satisfactoriamente sorprendente en el que disecciona de forma novedosa aspectos paradójicos de los procesos de investigación judicial, profundizando en el análisis de todo lo relacionado con el crimen y con la búsqueda de la verdad más allá de lo figurado.
Está editado en Salamandra.
Uno de los mejores libros que han caído en mis manos últimamente.
Saludos de Jim.
1 comentario:
Lo acabo de pedir a Molist
Si no me gusta me pagas en cañas el importe
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