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viernes, 16 de septiembre de 2011

LA CORUÑA FRONTERIZA: FAUNA Y FLORA EXÓTICA



Nos metemos ya en el otoño sin casi apenas darnos cuenta mientras termina esta semana loca de arrebatos, pasiones y desencuentros, de ombligos más enormes que las cabezas, de calculados saltos cuánticos y de maniobras orquestales en la oscuridad.

Benito Pérez Galdós realiza en su novela realista "Misericordia" una radiografía deliciosa y certera del mundo del lumpen y de los bajos fondos, con su tropa de pilluelos, mendicantes y limosneros de la España del XIX. Pícaros, bribones y tunantes como Benina, la Pitusa, Luquitas o el ciego Almudena que recorren las tabernas, callejones, cementerios, escaleras de iglesia y casas de dormir del viejo Madrid de los barrios de la Inclusa y la Latina.
La supervivencia pura y dura de unos personajes fronterizos y en el limbo social que deambulan por las calles de Madrid cohabitando íntimamente con la tragedia, la dulzura, el amor, la brutalidad, el hambre y la enfermedad.
Particularmente siento una simpatía vital y natural por la llamada anormalidad, por esos personajes desplazados, marginales y excéntricos que alteran la rutina gris y regular de la uniformidad cotidiana.
En la ciudad de A Coruña, donde dicen que nadie es forastero, mi ciudad, también existen- como en todas las ciudades que en el mundo han sido, son y serán- una nutrida cohorte de estos persons entrañables, excéntricos, peculiares... casi mitológicos.
Aquí van unos cuantos(mis agradecimientos a los amigos Kico, Nacho y Miguel que una noche entre copas me sugirieron la idea y yo prometí desarrollarla):


- EL PERCHAS: El perchas(+) era todo un clásico de la fauna urbana fronteriza coruñesa. Tenía una malformación- el hombre era algo cheposo- y por ahí ,y también por su elegancia innata, parece que viene lo del mote. El perchas vestía siempre impecablemente. Lo podías ver un martes cualquiera de octubre con su traje beige de americana cruzada y botones de ancla, su camisa de seda granate y unos zapatos Martinelli más limpios que los dientes de una presentadora de Teletienda, paseándose con garbo y chulería por los alrededores de la Plaza de Pontevedra y tomando algo en el Manhattan, el lugar de referencia y copeteo de la acomodada generación Cocoon de la zona centro.
Cadena de oro, pañuelo en el bolsillo, esclava con su nombre... un dandy muy aficionado también a las señoritas de faldas muy cortas que fumaban en las esquinas de esa zona del Orzán que ahora se llama el Soho Coruñés.
Un día lo vi( lo juro por la Virgen de Guadalupe) luciendo imponente y asimétrica figura en la playa del Orzán, con su cadenón grueso de oro, un cigarrillo sobre la oreja y un tanga de leopardo con un peine metido en un lateral.
No quedé traumatizado, pero fue una visión impactante que creo que pasará por mi cabeza en forma de película el día de mi óbito, que espero que tarde todavía un poco.
Genio y figura hasta la sepultura el gran Perchas.


- CHUSMI: Chusmi(+) era uno de esos tipos tarados y peligrosos que parecen salidos de una peli de Tarantino. Tatuado, agresivo, ido de la olla. Medio legionario, vigilante, portero de discopub, follonero, de los que las dan pero también las llevan... paraba por las calles del Agra del Orzán y frecuentaba mucho locales como La Reserva o el Pes-k-2.
Poseedor de una voz de ultratumba que te dejaba petrificado y con perfil de participante en una gang bang o de secundario en una película de motoristas pandilleros locos.
No había mucho más, la verdad.

- EL GIGOLÓ RUBIO: Nadie conoce su verdadero nombre y todos lo llamamos El Gigoló Rubio, porque un buen amigo mío me dijo que había vivido mucho tiempo de las mujeres. Un tipo que hace pesas, de cuarenta y muchos años, melena rubia oxigenada al viento que se pasea en un bmw descapotable, con pantalones ceñidos de cuero y camisas blancas de algodón abiertas hasta el ombligo enseñando collares y cadenas.
Un hortera mítico coruñés que se parece un poco al badulaque que canta en esa parodia de banda de rock que se hace llamar Maná.
Del tipo de esos horteras grimosos que uno se pregunta cómo le pueden gustar a una mujer, aunque también aquí el Creador fue lo suficientemente previsor como para evitar que el hortera no anduviese solo por el mundo sin poder disfrutar del roce de una hembra, y por eso creó a la mujer petarda.
Y así todos los aculturales rubios y morenos de ambos sexos pueden acercarse juntos a Santa(Cristina) o al Rialto y al Dux en sus BMW y Mercedes descapotables a bailar salsita y música discopub para ir a copular después como mandriles con sobredosis de viagra a sus apartamentos amueblados por la sección muebles, diseño de interiores, de El Corte Inglés.


- DONATO: Mítico Donato, con sus muletas gritando al aire por la calle de los vinos y por las rues vacías durante la semana.
Un clásico de la noche coruñesa que da un poco de pena, porque éste sí está zumbado de verdad y algún hijoputa pandillero y juvenil lo puteaba cuando el sábado surgía de una esquina a grito pelado. Entre el desvarío producido por el alcohol y la falta de lucidez congénita continúa Donato poniendo la Banda Sonora a muchas noches coruñesas.
Gran y querido Donato.





- EL VAQUERO: Situémonos. Europa. España. Galicia. Coruña. Plaza de la Sagrada Familia. Tarde calurosa de julio. Bajo los esqueléticos árboles de la plaza, bebiendo una cerveza caliente del supermercado Día, se puede ver a un tipo que lleva botas vaqueras con espuelas, pantalón ceñido, chaleco sin nada debajo(solamente la pelambrera) y un sombrero de cowboy.
Así siempre, llueve, truene o abrase la canícula.
Un mito salido directamente de un espaguetti western de Leone y la Rosa Púrpura del Cairo.
Se puede ver al vaquero en la cola del Día con un par de latas de cerveza XL y regateando con la cajera o sentado en un banco de la plaza de la Sagrada con su sombrero tipo Stenson y su chaleco de cuero mientras mira para el infinito y se fuma un trócalo con otros dos excéntricos de la droga del lugar.
Solamente les falta un casete de los 80 acompañándolos con música de Kenny Rogers. The Coward of the Country, por ejemplo.
¡¡Por mis pistolas y muescas que sí!!


- EL LANGOSTINO: El langostino se recorre la city de arriba a abajo vendiendo relojes Rolex falsos y gafas "rainba". Una vez fue testigo de Jehová. Yo lo vi con un traje y una americana tipo austriaca sin solapas y con una biblia marrón en la mano pululando por el barrio, hasta que el demonio de la droga lo volvió a tentar. Parecía un predicador psicótico.
Un pequeño consejo publicitario: La droga es mala y muy viciosa, niños. Uno al que llamaban "Peque", recién salido de un centro de desintoxicación hacía apenas un par de días, me contaba que ya se había desenganchado completamente en aquel centro aunque el día anterior, para celebrarlo, se había metido un poco de coca por vena.
Y me enseñó una vena muy muy azul que le había quedado mientras me contaba que celebraba drogándose que había dejado la droga.
Bueno, pues el langostino un día me intentó vender una lámpara de techo de brazos de bronce con sus dos lamparitas para las mesillas, como si fuese un vendedor de Ikea.
Y así, entre subida y bajada a Penamoa, continúa ejerciendo de comercial y autónomo.






- CHANDALMAN O EL ENTRENADOR: Uno de mis superhéroes coruñeses favoritos. Lo de Chandalman o El Entrenador viene porque siempre(y cuando digo siempre lo digo en la plena extensión del significado del término) viste de chándal, igual que su mujer, y además entrenaba a un equipo de fútbol.
Chandalman forma parte del mobiliario de un local de la calle Barcelona llamado "Golden". Una hamburguesería muy conocida en el barrio. Allí está siempre con su chándal, con su gorra, bigote y con su mujer, también vestida con chándal. Siempre en la misma mesa, siempre de chándal, siempre hablando de fútbol. Cuentan los rumores del barrio que cuando cierra el local por las noches, Chandalman y Chandalwoman continúan allí sentados en la oscuridad, en silencio, acoplados con las luces de neón, conectados con el cosmos.
Nadie los ha visto nunca con ropa de calle, zapatos o pantalones vaqueros. Siempre con su chándal puesto: invierno, verano, lunes, domingo, abril, diciembre...
Una vez oí que le decía a un joven que parecía pedirle un consejo, como en el Padrino o en una peli de los Cohen:
- Nunca dejes que una mujer te coja en fuera de juego, chaval...

Grande entre los grandes. La sabiduría de la vida y el fútbol. Grande ¡¡¡Chandalman!!!



- EL SUPERGRUPO DEL BAR KING: Como Los Vengadores o La Patrulla X, pero en versión cañí y drogodependiente. El hombre metadona y la mujer speed.
Otra vez la Calle Barcelona, ahora con un supergrupo que se reúne allí las veinticuatro horas del día y del año y que está formado por superhéroes de la droga muy conocidos como Tuset, la búfala( una gitana gordísima y grotesca que un día le pidió un cigarrillo a un amigo mío a cambio de enseñarle una teta), Juanito, el mencionado Langostino... todo el lumpen de la Coruña tiene allí sus tertulias, como la intelectualidad las tenía en el Café Gijón.
No se hablan de técnicas narrativas modernas ni del estado de la nación en este cenáculo de la vida coruñesa, pero sí de a cuánto está el gramo, quién salió del trullo la semana pasada y a qué hora pasa el bus de la metadona.
Tino, el dueño del Bar King, es dueño también del edificio, por lo que les alquila habitaciones a los superhéroes de la droga, marineros borrachos, camellos, mujeres de mala vida, a cambio de que el día del cobro del Risga(Renta de Integración Social) le dejen a él el dinero de aval.
Allí se los puede ver con los litros de Águila en la terraza, discutiendo sobre la calidad de la canela fina blanca, vociferando, dando tirones a los turistas franceses, preparando alguna falcatruada, etcétera...
Una portuguesa a la que habían encerrado en una habitación para que pasara el mono allí, intentó bajar por el patio descolgándose por las cuerdas de la ropa hasta que se estampó contra el suelo del patio y allí acabó su calvario para siempre.
Si Cela escribió La Colmena- crónica de la vida discurriendo dentro del microcosmos de un bar- Bukowski tendría que haber escrito El King.


- EL GRIGUI: Recuerdo cuando se nos juntaba en un bar de la Calle Barcelona y no paraba de hablar, diciendo que él había hecho FP de electricidad, que conocía a Stalin, que teníamos que ir a Fenosa a reivindicar nuestros derechos democráticos, que la sociedad estaba corrupta porque en los bares la cerveza estaba adulterada por los norteamericanos y contaminaba el cerebro... y miles de historias psicodélicas más a cambio de un café o un corto, que la verdad es que después de tanto despliegue de medios, el pobre Grigui se lo merecía.
A lo mejor iba por la calle tan tranquilo, cuando de repente se acercaba a la oreja de alguien y le gritaba cosas del tipo: ¡¡CUIDADO CON LA KGB!!! ¡¡¡SOY MINISTRO DEL AGUA!!! ¡¡¡VIVA LA INDUSTRIA DE LA PAZ!!!
Y así discurre la existencia.


Quedarían grandes personajes de la historia coruñesa como Churruca, un andrajoso artista que vivía en un callejón cerca del observatorio, Cañita Brava y sus tardes de ligoteo sofisticado en Chaston, Murdock y su eterna cazadora A-Team de borreguillo en el cuello, Tony el muerto que nunca moría(y mira que le tenían dado palizas en la cárcel y en la calle) hasta que feneció un día por enfermedad, el gitano loco que se masturbaba en la biblioteca de la Sagrada Familia y te miraba fijamente mientras leías, el hombre de las rastas y el pelo lleno de bosta que andaba en compañía de una mujer muy elegante que siempre iba detrás de él... o el mismísimo Paco Vázquez, con su pinta de indiano henchido y orondo paseándose por su ínsula barataria- porque era solamente de él- coruñesa, mientras hablaba del Guerrero del Antifaz y de los chinos con las señoras de la generación Cocoon que tomaban una cañita en el Manhattan sin quitarse su abrigo de visón o de piel de testículo de mico.
Grandes personajes fronterizos para la Historia. Flora y fauna exótica.

Saludos de Jim y a rañarla.


viernes, 2 de septiembre de 2011

DAVE MCKEAN, LOS PINCELES DE SANDMAN

Tuve conocimiento de la obra de Dave McKean ,hace ya bastantes años, gracias a su trabajo en las portadas de Sandman- la excepcional obra maestra de Neil Gaiman- y tengo que decir que fue un amor a primera vista.
Todo el vasto y complejo universo que Gaiman desarrollaba en el interior de esa maravilla fantástica que es la serie de Sandman estaba, de alguna manera, bosquejado y perfilado en las inquietantes y extrañas ilustraciones de McKean.
Después vendría la novela gráfica Arkham Asylum, Orquídea Negra, Mr. Punch...

Hay un ingrediente en la propuesta de McKean que me intrigó desde el primer contacto visual: la incomodidad.
La agradable incomodidad y perturbación íntima que me transmitían aquellas imágenes que brotaban del inmenso y oscuro talento de Dave McKean. Esa capacidad, poco frecuente, que posee el genio del misterio y el horror para trasladar mediante una simple de sus ilustraciones, fotografías o collages(y otras técnicas mixtas que Dave utiliza) todo el desasosiego que contiene un relato de Lovecraft o Clive Barker.
Dave McKean tiene el talento de la tribu genial y oscura. Sabe cómo compendiar los miedos más íntimos, adentrarse en las pesadillas más tenebrosas e indescriptibles, remover el agua profunda, negra y viscosa en la que apenas flota el alma humana.
Y todo alejado de los tópicos del género.
Hay algo conmovedor y fascinante en las ilustraciones, alejadas de la luz, de Mckean. Perdón, algo conmovedor, fascinante y hermoso. Muy hermoso.
Espero que las disfrutéis como yo lo hago. Y, por cierto, siempre es temprano para volver a leer Sandman, una de las obras maestras del cómic de las últimas décadas. Y si puede ser a la luz tenue de la luna y las viejas estrellas mucho mejor.



































Saludos de Jim y en otoño recuperaremos la normalidad en el blog, después del asueto estival.