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miércoles, 27 de octubre de 2010

LA PELÍCULA RADIACTIVA: "EL CONQUISTADOR DE MONGOLIA"



Al lunático de H. Hughes(productor) y al mediocre de Dick Powell(director-productor) no se les ocurrió una idea mejor, alrededor del año 54, que ponerse a rodar una película sobre Gengis Khan y los tártaros en pleno desierto de Utah.
Lo que a primera vista podría parecer una empresa normal, común, un rodaje más del viejo Hollywood, bajo la producción de la RKO y en clave de Aventura Histórica para reventar taquilla, se convirtió en un trágico despropósito.
La idea de por sí, sin llegar a ser todavía funesta, ya era disparatada y risible, como, por lo general, solían ser la mayor parte de las supuestas recreaciones históricas de cartón-piedra que llevaban a cabo los yanquis por entonces. Ponerle a John Wayne unos bigotitos de Fu Manchú y una espada curva en la mano, subirlo a un caballo blanco y convertirlo así en una especie de ridículo Gengis Khan de pacotilla que grita con acento de granjero de Iowa: "¡Vengan a por mí, perros sarnosos, si se atreven! ¡Mientras yo tenga dedos para aferrar el puño de mi espada, y mientras tenga ojos para contemplar la cobardía de vuestros rostros, vuestras traicioneras cabezas no estarán seguras sobre vuestros hombros, porque soy Temujin, el Conquistador, y ninguna prisión puede retenerme, ni ningún ejército vencerme!"... ya tiene bemoles. Igual que poner a la hermosa Susan Hayward de seductora y pelirroja esclava tártara.
Pero así era aquel viejo Hollywood en manos de productores sin escrúpulos ni cultura y ejecutivos tejanos que se creían que un Van Gogh era algún tipo de nuevo modelo de automóvil europeo.

Tanto el guión como el casting eran un despiporre, aunque gastarse los cuartos en aquel pastiche- una de las peores películas de los cincuenta- no fue, al fin y al cabo, lo más desafortunado de todo. Es más, no fue nada terrible si lo comparamos con lo que sucedió después.
La cuestión es que a Hughes y a Powell no se les ocurrió otra cosa que rodar su esperpento en el árido desierto de Utah, en la misma zona en la que hacía sólo un par de años habían tenido lugar una serie de detonaciones ¿controladas? de varias bombas atómicas llevadas a cabo por el ejército norteamericano en aquella su guerra fría y preventiva contra los malvados comunistas del otro lado del telón. Pero a Hughes, a Powell y a la RKO eso de los kilotones y el polvo radiactivo no les amedrentaba demasiado. Todavía no habían leído los cómics de "El Increíble Hulk" ni habían podido ver "Godzilla, Japón bajo el terror del monstruo", para tener un poco más claro el concepto de lo que la contaminación radiactiva podía llegar a hacer con los seres vivos.
Casi cuatro meses duró el rodaje a más de 38º entre rocas rojas y escorpiones.
La película, si se le puede llamar así, fue un fiasco tanto de crítica como en taquilla. Hubo que poner dinero para cubrir los gastos.
Y pasaron las semanas, los meses, todo el mundo se olvidó de "El Conquistador de Mongolia" hasta que un día...

Víctor Young, compositor de la Banda Sonora, fue el primero en caer. Un par de años después del fin del rodaje. Diagnóstico: cáncer cerebral.
Le siguió Dick Powell con otro linfoma.
Pedro Armendáriz se pegó un tiro tras ser diagnosticado de cáncer de riñón en el 63.
Después vinieron Thomas Gómez y Agnes Moorehead. Lo mismo pero en el pulmón.
Susan Hayward y John Wayne tardaron sólo un poco más en contraer la enfermedad. Murieron los dos de cáncer.
John Hoyt, Jeanne Gerson, William Conrad...
De un equipo de unas 220 personas, más de 90 contrajeron la enfermedad durante los años posteriores al rodaje.



Cuenta la crónica negra de Hollywood que Howard Hughes- el afamado productor que había dicho lo de "puedo comprar a todos los hombres del mundo" y que padecía un trastorno obsesivo que lo convertiría toda su vida en una suerte de lunático intratable- se hizo con todos los negativos de la película para impedir su exhibición en los Cines y la televisión de la época, cosa que consiguió hasta la fecha de su muerte.

Las estadísticas son las estadísticas, aunque la relación entre la enfermedad y la exposición del equipo de rodaje al polvo radiactivo no estuvo nunca cientifícamente fundamentada, y hubo expertos que en su momento ya sostuvieron que se podría haber llevado a los responsables del rodaje ante un tribunal de justicia.
Una de las películas malditas de Hollywood, tanto por su nefasta calidad como por sus supuestas consecuencias.


Saludos cinéfilos de Jim.

jueves, 21 de octubre de 2010

YACEK YERKA Y EL COCHE-COCODRILO


Es bueno recordarlo de vez en cuando. Somos imaginación, habitamos también, y sobre todo, en los espacios intangibles, en los lugares más exóticos, orbitando siempre alrededor de lo invisible, intentando descubrirnos a través de las vaporosas entretelas de la realidad y la ficción. Estamos traspasados de latitudes desconocidas, de estancias desconcertantes, de brillos propios que apenas intuimos. Anudados como raíces a las estrías de lo ignorado, a las extrañas bestias, planetas y paisajes que alguna vez soñamos en la oscuridad, a los bosques tenebrosos en los que se fraguan nuestros temores de medianoche. Así que, de vez en cuando, los laberintos de la imaginación se convierten en atajos hacia ciudades que reptan sobre el lomo de algún titán, hacia locomotoras que vomitan flores, hacia enormes camaleones-reloj o hermosos coches-cocodrilo. Los espacios en los que deambulamos no se limitan a la pútrida carne, a los contaminados riñones, a la egoísta soledad que nos rebaña los huesos día a día. La imaginación es una potencia inagotable, nutricia y todopoderosa que nos desborda como seres individuales y nos anuda, como una hebra milagrosa, a los demás, a la percepción del mundo, al sentido inagotable del tiempo, de todo lo que ha existido, de todo lo que existe y de todo lo que dejará de existir en un momento dado(nosotros mismos, como seres individuales, por ejemplo).
Y es que más que nada somos aquéllo que nos trasciende y Yacek Yerka, este gran dibujante y pintor polaco, lo sabe, y también sabe que estamos hechos de la misma materia que los sueños, por eso Yacek desde su fértil imaginación consigue retratar a la perfección en sus sugerentes imágenes algunas sensaciones muy personales que remolcamos dentro, como toda la luz, los veranos que ya no estarán, las hojas caídas y la lluvia acumulada que nos empapa un poco más a medida que el reloj hace tic-tac. Todos esos sentimientos y secuencias emocionales que sin querer hemos ido coleccionando con el paso de los años en nuestro interior -dentro de un blando baúl cerrado bajo doce gruesas llaves- pueden salir a flote en un momento al contemplar de nuevo algunos de estos paisajes interiores.

Porque, ¿quién no se ha dado alguna vez un paseo por una cocina llena de maleza o subido en un coche-cocodrilo justo antes del amanecer?












Saludos de Jim y a disfrutarlos.

martes, 19 de octubre de 2010

SEIS MESES YA SIN CHARLY


Ya van seis meses sin ti, Charly, cabronazo. Se acaban de cumplir hace unos días.
Y tu falta se nota mucho, muchísimo.
Alguien dejó dicho que un amigo es un extraño ser que nos pregunta cómo estamos y se espera a oír la respuesta.
Yo sólo sé que en la vida no abundan los buenos amigos y que se tarda mucho en llegar a sentirlos como tal, por eso no es nada fácil cambiarlos, sustituirlos u olvidarlos.
Un amigo es alguien al que se elige para compartir el tiempo y al que se echa de menos cuando no está.

Y es que yo, Charly, todavía no sé qué hacer con ese vacío, con ese boquete negro y amargo que me dejaste. A veces entro en el Monterrey esperando verte aparecer de nuevo con el ducados ladeado en la sonrisa, pero acabo siempre solo y sentado en una mesa. Veo algo de Les Luthiers, leo una tira de Mafalda, recuerdo aquel final de "La Niebla" que tanto te había gustado, le echo un ojo a una reseña de algún título de Delibes, escucho una canción de Black Sabbath o Van Morrison... y allí siempre estás tú.
Y al final de alguna película pienso:
- Ésta seguro que le gustaba a Charly...

Se acabaron ya hace seis meses nuestros paseos kilométricos por Coruña, tus continuos juegos de ingenio y adivinanzas, las mañanas al sol en el portal de tu librería, tus sms, aquellos puzzles japoneses con dibujos que hacías, las hermosas tardes de cafés y charlas en el Monterrey(¡lo que nos reímos con el Tío Jaime de Pagafantas!)...
No sé, han pasado seis puñeteros meses y es cómo si algo se hubiera roto dentro de mi circuito que no lo sé reparar ni qué hacer con ello.
Ya nada es igual, todo es un poco peor ahora, sin ti.
Me gustaría decirte algo positivo, pero no se me ocurre nada. La verdad es que me siento más solo que cuando tú estabas y a veces todo me parece una puñetera mierda.
Te echo, te echamos, mucho de menos, Charly.
Que lo sepas, amigo, estés dónde estés. Te queremos. Siempre.

Luis.




Saludos de Luis.

viernes, 15 de octubre de 2010

CÓMO LLEGAR A SER PEOR PERSONA EN SÓLO DIEZ PASOS



Partimos aquí para la confección de este sencillo decálogo de una premisa básica en la que, personalmente, creo a pies juntillas: el reverso tenebroso de Paulo Coelho seguro tiene que ser- de existir en una dimensión alternativa y paralela o multiverso- mucho más interesante, inteligente y fascinante que el cansino gurú multimillonario con perilla que nos fustiga en cada nuevo libro o articulete con esa pretenciosa espiritualidad de todo a cien, atravesada de guerreros de luz chanantes y esas letanías de valores, sentimientos y otras simplezas New Age que consumen los endrogaos, los confundidos y los buenrollistas con mala conciencia.
Los villanos siempre me han resultado mucho más atractivos que los buenazos. Una parte de nosotros siente una perversa atracción y simpatía hacia las motivaciones y compromisos con los antivalores destructivos y predadores de esos villanus y malvados de literatura, cómics y Cine: Magneto, el Donald Sutherland de "Novecento", Esperanza Aguirre, el coronel Kurtz, Galactus, El Tío Gilito, el joven Raskolnikov, Pedro J. Ramírez...
Y es que si reflexionamos un poco sobre ello, el científico loco que quiere propagar una epidemia por el mundo para exterminar a la raza humana, en el fondo nos está haciendo un gran favor: liberarnos del lastre de los demás y de nosotros mismos para volver a disfrutar de nuevo de esa plena y pura inconsciencia cósmica que supone el no-existir.
Feliz polvo de estrellas a la deriva entre la materia galáctica sin las incómodas ataduras de un trabajo estúpido de 9 a 5, de las compresas con IVA al 16%... sin hipotecas variables ni impuestos de matriculación; sin dudas razonables o lenguajes categóricos, sin Cines a 7 euros para consumir blockbusters de molde, sin atascos los viernes en hora punta o facturas de la luz mensuales que te dejan temblando...
Así que, pensadlo bien, los verdaderos humanistas son ellos, los aniquiladores.

Y en la vida real, ¿qué os voy a decir que vosotr@s no sepáis? Los ingenuos y cándidos bonachones suelen acabar de mileuristas, con hipoteca hasta los 78 y vapuleados por todas las fuerzas vivas, vecinos de comunidad y poderes fácticos de su entorno... mientras que el abyecto, el codicioso sin escrúpulos, el ser más miserable y vil del barrio y de la ciudad(sí, sí, ése en el que estáis pensando) generalmente suele acabar de Diputado, de embajador en el Vaticano, viviendo de rentas gracias a alguna herencia de una tía que apenas conocía y de la que celebró su muerte con champán, de Presidente de la CEOE o de ejecutivo de una gran empresa con amante rubia y ninfómana y un sueldo de resonancias casi mitológicas.
Decía Séneca que "tiénese por virtud la maldad que sale bien", así que ahí os va este breve decálogo para que perseveréis en estos contravalores y podráis medrar en la vida de una vez por todas a costa de los demás, y sin complejos.
Las metas que se consiguen al llegar a ser peor persona de lo que ya sois, que ya tiene tela, merecen la pena y mucho:

1. LA EMPATÍA ES UN HANDICAP- La empatía es una construcción posmoderna que resume el pensamiento débil y adocenado de los tiempos que corren. Ser empático, ponerse en el lugar de los demás, es limitarse, amurallarse de manera acomplejada frente a las infinitas posibilidades que nos abre el ultra-individualismo y el desinterés absoluto por las penas y desgracias de los otros, de los que no son yo, tú, nosotros. Todo hombre es una isla, así que tratar de entender, comprender y respetar a los demás es tiempo perdido, no productivo.
La indiferencia total hacia los otros es una garantía de éxito absoluto en el campo, por ejemplo, empresarial, donde podremos medrar en nuestros sueños de abundancia y lujos sin límite a costa de explotar a nuestros empleados sin compasión.
No sintáis remordimientos ante el hecho de tener trabajando para vosotros a diez niños chinos de 12 años sin contrato, que cobran 200 euros al mes por laburar 15 horas diarias hacinados en un cuarto cosiendo pelotas de soccer. O de meteros a constructores de hospitales introduciendo material de ínfima calidad- aunque después se caiga el edificio- a precio del bueno si con ello podéis arañar unos miles.
Si Amancio Ortega, Gil y Gil, A.M. o Díaz Ferrán lo han hecho, ¿por qué no vosotros?
Y si sois abogados y tenéis que defender a narcos asesinos de mujeres o a explotadores sin conciencia, por ejemplo, que sea por una buena cantidad.
El $ lo excusa casi todo.


2. MENTIR ES SANO- La mentira fortalece el espíritu, lo blinda ante la adversidad y la inconsistencia de la supuesta verdad. Un mentiroso tiene siempre muchas más recursos ocultos a su disposición que alguien que está dispuesto a decir lo obvio, lo esperado, la verdad.
Un buen mentiroso es un fabulador nato, un creativo, alguien que no se ciñe a la rutinaria presencia de la exactitud y la evidencia. La mentira nos hace fuertes, menos vulnerables ante los demás, moldeando así a placer nuestra diálectica con nosotros mismos, los demás y el mundo.
La mentira es un contravalor seguro que apuntalará nuestra prosperidad material en un futuro, si sabemos sacarle partido.



3. MANIPULA Y UTILIZA SIN MIRAMIENTOS A LOS QUE TE RODEAN PARA TUS PROPIOS FINES- Nadie puede llegar a pretender ser una poco edificante y próspera mala persona si antes no tiene claro que los demás existen para ser manipulados y utilizados por él para sus fines, intereses y metas.
Algunos políticos saben muy bien de lo que hablo.
En el ámbito económico, laboral, político los que más progresan suelen ser los más manipuladores y arteros. Contaminar adecuadamente a los que nos pueden hacer sombra en nuestra labor o carrera está al alcance de todos si le ponemos atención y empeño.
Un buen manipulador siempre va a sostener públicamente y a viva voz ante los demás- si puede estar presente su jefe, secretario general o encargado mucho mejor- que él ha trabajado mucho más que sus compañeros y cobra lo mismo y no se queja... aunque en el fondo todos sabemos que lo que está llevando a cabo es una estrategia evidente de infección(el punto dos tiene que estar claro)para distorsionar mediante ardides y mentiras la voluntad y perspectiva de los demás, enfrentándolos subrepticiamente entre ellos para obtener sus perversos réditos.
No hay que tener miedo a la manipulación y utilización interesada de los demás. Nuestros fines lo justifican absolutamente todo, como veremos en el punto 10 de este didáctico decálogo.
Si no tenemos esto claro, entonces en vez de llegar a ser mala persona que aspira a acumular reconocimiento social por su dinero, influencia y poder mejor que nos pongamos una palestina al cuello y montemos una ONG de esas para Saharauis.
Otro puñetero perroflauta en el mundo dando la chapa con lo del 0,7 %, la energía verde, la redistribución de la riqueza y la multiculturalidad.


4. MENOSPRECIA A LOS QUE SON INFERIORES- Los otros son sólo medios, mecanismos, para poder culminar tus objetivos y ansías más prosaicas. La indiferencia está bien en algunos casos(ver punto 1) pero también tiene que existir un desprecio evidente en nuestros sentimientos, gestos y actitudes si lo que buscamos es sobresalir en la implacable jungla de las subprime, de los Audis A4 y de las bolsas de dinero B.
Menospreciar, minusvalorar, a alguien íntima y públicamente por su condición económica y su posición laboral y social es símbolo de estatus, de poder, de asumir sin contemplaciones el estado de darwinismo social en que se basa toda dinámica social. El prestigio social también hay que abanderarlo y promocionarlo. No es lo mismo pasar por la vida con el estigma de ser un humilde camarero de barrio hijo de ama de casa y fontanero que el de un Subdirector de algo de buena familia que estudió en Navarra, es del Opus, tiene 4 casas y se acuesta por el día con su mujer y por las noches con adolescentes musculosos y fibrados(como aquel concejal del PP de Baleares)... estas cosas tenemos que hacerlas notar. No todos somos iguales: nuestro $, familia, empleo, etcétera, es lo que nos hace mejores y peores.
Por eso debemos potenciar a toda costa el hecho diferencial- sueldo, herencia, títulos colgados en la pared, valores en la bolsa, familia influyente...- y practicar mucho más el"¿sabeconquiénestaustedhablando?", como hace el concejal de fiestas de mi ciudad con encomiable insistencia.


5. TENER VICIOS ES POSITIVO- Los vicios ayudan, si no a ser peor persona, sí a otorgarle un rumbo y dirección, un sentido y propósito determinado, a la vida.
La adicción a los buenos coches, a las mujeres caras, a la drogaína, a un ritmo de vida desenfrenado, etcétera, es un acicate para no ser generoso ni empático ni zaranjadas buenrollistas del estilo. Gastarse el dinero ganado explotando a los demás no es sólo una opción, sino que es una obligación.
¿Qué preferís: invertir el dinero en un buen Maseratti para que vuestro vástago, el pequeño cabroncete, chulee por las noches a las chavalas del colegio mayor o tener que gastaros el dinero en pagarle las horas extras a vuestros empleados mileuristas de Viajes Marsans?
Pensad un poquito, por favor, porque si optáis por lo segundo creo que estáis leyendo el post equivocado.
Don D. Ferrán sabe de lo que estoy hablando, por eso está ahí, en la cúspide de la pirámide alimenticia, como los leones.

La droga y el juego también ayudan a que nos importe un rábano el hecho de pisar a los demás a cambio de tener fichas o bolsitas blancas en el bolsillo.
Los grandes hombres y mujeres que en el mundo han sido, son y serán disfrutan también de las prerrogativas de poseer grandes vicios que deben ser saciados a costa del trabajo, sudor y dinero que saqueamos a los demás.
La vida puede ser maravillosa si sabemos disfrutar de ella sin complejos.


6. CULTIVA EL RENCOR Y LA VENGANZA CON ESMERO- Nada más hermoso que una buena venganza a tiempo y, si es posible, lo más contundente y humillante posible.
La planificación previa es fundamental para no dejar cabos sueltos.
El rencor es una sutil arma de destrucción íntima que debemos regar todas las noches para que las negras semillas que contiene se abran y germinen en la oscuridad de nuestras maquinaciones e intrigas.
Pocas cosas más destructivas y placenteras, placenteramente destructivas, que multiplicar exponencialmente por cien mil el daño recibido para obtener un intenso daño causado.
La crueldad, esa enfermiza virtud de los fuertes, nos hace todavía peores personas. Cultivadla con esmero y dará sus frutos, sin piedad.
Acumular bilis es síntoma de que estamos remando en el camino correcto, el de la depravación y la inmoralidad. Y siempre, pero siempre siempre, acordaros de desear a los demás todo el mal y las penalidades de las que vuestra imaginación sea capaz. No subestimemos nunca el valor de nuestra fuerza mental para interferir en la realidad de los demás y hacerla mucho peor.



7. LO DE LA BELLEZA INTERIOR ES UN CUENTO CHINO- Lo que más importa a la hora de juzgar a alguien es lo que parece, no lo que en realidad es. Tenemos que aprender a valorar el tener y no el ser. Cree sólo en lo que ves. La belleza interior y toda esa castaña es una cosa de perogrullistas y enredabobos, de gente que no tiene donde caerse muerta y te venden esa caja vacía envuelta en celofán con un lazo rojo(cosas de progres e izquierdistas demodé) para que la compres y adores.
Lo que hay es lo que se ve. Nada más y nada menos. Aprende a valorar a las personas por su continente y no por su contenido. De nada sirve que sea "buena persona por dentro" si después no tiene dinero para una buena corbata o un buen frasco de Jean Patou´s Joy. ¿Para qué sirve una buena persona en el mundo de la política, de los negocios, en los centros financieros de poder...? Para nada. Para absolutamente nada.
Un 0,000 a la izquierda.
Las buenas intenciones por sí mismas no te aseguran cuatro coches de lujo con garage, una amante pelirroja con contracción condicionada de su vagina y tres apartamentos en la ciudad.
La apariencia es el valor de cambio fundamental, lo que se deja ver; lo que funciona de verdad en el mundo real es únicamente esto: $.
Lo demás es calderilla sentimental para perroflautas biempensantes y antropológicamente desactualizados. La belleza interior no aguanta un round frente al prestigio social de alguien de buena familia y bien posicionado con traje-chaqueta-corbata y zapatos italianos.
Olvídate del mundo interior si te interesa llegar a ser el peor de tus probables "yoes" , aquel ser codicioso, egoísta y maligno en el que sólo tú te puedes convertir. Dentro de cada uno de nosotros reside la fuerza para hacerlo. Sólo hay que saber de qué hebra tirar para que toda esa iniquidad salga a la luz y fructifique.
Eso del mundo y la belleza interior es una falta de higiene mental provocada por la frustracción de no ser nadie y no tener nada en la vida. Un ser desestructurado, sin sentido creativo de la ambición ni esa percepción de que la avaricia te puede hacer, sino mejor persona, sí más feliz acumulando objetos y bienes y humillando y utilizando a los demás en tu propio provecho.



8. INTEGRAD LOS VALORES CONSIDERADOS NEGATIVOS SIN COMPLEJOS- La solidaridad, la tolerancia, la comprensión, la honestidad o la sinceridad son capacidades cada vez más en desuso que no han llevado a la especie humana más que ser el espejismo de lo que debería de haber sido.
Son disfunciones que han ido distorsionando la naturaleza originaria y real del ser humano, que si quiere hacer acopio de bienes materiales y del reconocimiento y prestigio social que ello supone-esa va a ser la medida de todas las cosas en las sociedades modernas, el acopio de bienes materiales para poder diferenciarse, al alza, en la escala de prestigio social- tiene que optar por asumir e integrar sin ningún escrúpulo moral valores como los prejuicios, la envidia, el egoísmo, el ansía de poder y dinero, la intolerancia, la codicia, etcétera.
Estos valores nos hacen peores, más fuertes, menos solidarios, más autoconscientes de todo nuestro potencial y responsabilidades como individuos que se sitúan en la cúspide de la pirámide alimenticia y disfrutan de todo ese enorme y perverso gozo de saberse poseedores de la esencia de las cosas y del sudor, dignidad y alma de las personas.
Luchad por ser como leones y no como sumisos corderitos.


9. LA HONESTIDAD Y LA HONRADEZ APESTAN- Escribía Cicerón que "la honradez es siempre digna de elogio, aun cuando no reporte utilidad, ni recompensa, ni provecho". Pues tal cual: aquí estamos hablando de utilitarismo individualista, de aquéllo que resulta valioso y provechoso para el ser humano como unidad de destino de sus propias preferencias, deseos y bienestar... los elogios por si mismos no valen para nada productivo en el campo de juego del capitalismo ultraliberal en el que estamos inmersos si no van acompañados de sumisión, obediencia y recompensas tangibles, concretas, materiales.
Lo único con lo que tenemos que ser honestos es con nosotros mismos, con nuestra ambición y nuestros vicios, con el hecho de saciar a cualquier precio nuestras ansias y apetitos más toscos y pedestres, que son los que, en definitiva, cuando llegue ese puntual momento de hacer balance vital de nuestra existencia, nos darán la perspectiva adecuada acerca de si ha merecido la pena pisar, manipular y humillar a tantas personas o no.
Y justo entonces es cuando descubriréis que siempre merece la pena. La honradez es la trampa ética y moral que nos ponen siempre los más poderosos, listos y ricos de la manada para que no lleguemos a ser, a vivir, como ellos.
Así que cultivemos la avaricia, el saqueo y la codicia de forma ordenada, que es lo que os lleváis.



... y 10. EL FIN JUSTIFICA SIEMPRE LOS MEDIOS- Éste es el axioma fundamental, la doctrina de todo aquel que aspira a hacer lo que sea con tal de obtener su particular beneficio personal y ostentosa acumulación de bienes para que los demás lo sitúen en un lugar destacado de la escala de prestigio social.
No os engañéis, la carrera de la mayor parte de los grandes prohombres/mujeres de vuestro entorno está edificada sobre tráficos de influencias, traiciones, estafas, explotación laboral, fraude, asesinato, robo... la persona codiciosa, sin escrúpulos, insolidaria, sin empatía, está muchísimo mejor preparada para vivir que la que carece de estos contravalores... está situada más allá del bien, del mal y de todas las nociones neoclásicas de ética y moral que conocemos.
Debemos de tener muy clarito que para llegar a ser alguien en esta vida(dinero, poder, estatus, reconocimiento social de las elites...) no podemos empantanarnos con los primeros escrúpulos morales, éticas consuetudinarias y miramientos humanitarios que nos salen al paso... o nunca pasaremos de ser unas mansas ovejitas con los que los demás, los que no se paran ante estas cosas, se hacen sus forros para abrigos y chuletas.


En definitiva, cómo habéis leído en esta especie de manual negativo de autoayuda que he confeccionado, el hecho de llegar a ser una mala persona sin escrúpulos, carente de la más mínima empatía, amoral, egoísta, pero con mucho dinero, prestigio social y poder está en vuestras manos.
Tenemos una sola vida, así que no merece la pena andarse con remilgos con los demás.
No perdamos el tiempo. Mañana puede ser tarde.


Saludos de Jim, mis queridos aprendices de depredadores.

lunes, 11 de octubre de 2010

EL DESEO A LOS TRECE AÑOS


El deseo a los 13 años es tan hermoso
porque aún no se sabe bien
qué es lo que uno tiene que hacer con él.
Es una rendija a falditas cortas de cuadros,
a un cálido universo de uniformes azul marino
y trenzas
y descansillos de escalera mal iluminados.
El deseo de los 13 años tiene algo que ver
con peces de colores en el estómago, con extraños
cosquilleos,
con sosiegos tropicales y vergüenzas de sábana...

Se amontonan besos torpes, caricias bajas,
sueños de primavera sin manual de
instrucciones. Uno ya no es uno, indivisible
y redondo y entero; uno es, ahora, de repente, un ansia
resignada a ser invadida, rendida,
calmada por otra sed
también combativa.

El deseo a los 13 años es un descenso a
humedades de pupitre y última fila de cine
sin acomodador; se intuye la pura gimnasia,
se saborea en la distancia el perfil de aceituna que ya casi es relieve,
se huele el dulce pecado
que despide ese aroma
a azúcar, prisas, flores, abandono, sudor...
todo bien revuelto y enredado.
A los 13 años se aprende a liberar formas,
a calcular volúmenes,
a desenlutar superficies.
Hay urgencia, saqueos sin víctimas,
contorsiones imposibles; se muere ahogado
y se resucita seco y un poco más sabio,
más ajado,
más limitado, más cansado.

El deseo a los 13 años está lleno de apetitosas grietas
color miel, del peso ingrávido de la primera ternura,
de la contundencia planetaria de lo desconocido.
Un crepitar de susurros y soles se derraman por los rincones;
la memoria y la corriente de la vida que abre sus surcos
sobre los cuerpos todavía nuevos de los exploradores
de ese su primer y eterno verano.

El deseo a los 13 años es, en definitiva, una ignorancia de colchones,
mapas y relojes. La ausencia vertical
de la costumbre.


Saludos de Jim.

sábado, 2 de octubre de 2010

DIEZ MIL PASOS EN PYONGYANG



Guy Delisle se va a "Pyongyang", capital de Corea del Norte, a trabajar durante una temporada en los estudios de animación SEK.
En el último "paraíso estalinista" está prohibido el uso del teléfono móvil y la posesión de revistas pornográficas. Esto lo aprende Guy sobre la marcha, igual que el hecho de que nada más llegar le ofrezcan un ramo de flores para que lo deposite, como ofrenda de entrada al país, a los pies de una estatua de 22 metros de bronce del gran padre de la patria: Kim II-Sung.
El dibujante canadiense tampoco disfruta de red de Internet, ni de radio, ni siquiera de alumbrado nocturno. Guy no puede hacer nada solo, sin estar acompañado del guía asignado por el Estado. Y mucho menos apuntar algún tipo de broma, chiste o chascarrillo sobre el Gran Líder.

Lo que todavía sí que ve en la capital norcoreana son autobuses húngaros de los años cincuenta; y también la obligación de tener una fotografía del gran "Presidente Eterno de La República" Kim II-Sung, y de su hijo Kim Jong II, en cada una de las habitaciones de cada uno de los edificios de Pyongyang... sin contar con el deber impuesto a cada ciudadano coreano de lucir, en la solapa o el pecho, una chapa en su ropa con los rostros de ambos líderes.

Mr. Delisle va descubriendo durante su estancia en el paraíso comunista que el ambiente urbano es totalmente aséptico, que no hay mendigos ni gente callejeando sin más, paseando por las calles y avenidas; todo el mundo lleva una dirección concreta y determinada, y viene o va de/hacia a alguna parte.
También existen "Campos de Reeducación" para la población más escéptica con la doctrina Juche( ideología oficial del régimen que consiste en una reelaborada síntesis del marxismo-leninismo y del maoísmo), y se ha construido una torre con 25.550 bloques de granito como homenaje al número de días vividos por el gran Padre Eterno Kim II-Sung(365 días x 70 años=25.550).
El guía personal le muestra al dibujante de Québec que hay un museo de Bellas Artes en el que más del 80% de los cuadros son representaciones y retratos de Kim y Kim Jr.(su biografía dice que durante sus estudios universitarios Kim Jr. publicó 1200 obras, entre ellas varios tratados militares especializados)
De lo que Guy no oye hablar en ningún rincón de Pyongyang y el resto de Corea del Norte es de los vaporizados(decenas de miles de ciudadanos díscolos desaparecidos, esfumados en el aire sin que nadie haya vuelto a saber nunca más de ellos), de la hambruna de los años 90 que se llevó por delante a dos millones de norcoreanos o de que Corea del Sur es un país 46 veces más rico que Corea del Norte.

El Presidente Eterno de la República, Kim II-Sung, dejó escrito que para mantenerse en forma lo mejor era andar 10.000 pasos al día.
Mao recomendaba 100 páginas diarias leídas para un perfecto entrenamiento mental(... ya sabéis que el comunismo tiende a cuantificarlo y estructurarlo absolutamente todo)

Yo soy mucho menos ambicioso que Kim y Mao y sólo puedo decir que leer esta novela gráfica de Guy Delisle- muy expresivo y personal su dibujo de trazo grueso, en la línea estética y documental de Joe Sacco y Marjane Satrapi, aligerando con espontáneos toques de humor la espeluznante trama- es un inquietante paseo por los nervios y costuras de una ideología paranoica, de sus delirios megalómanos y de la sumisión de toda una población al terror y a la sinrazón de unas ideas que nunca debieron de haberse escapado más allá de los libros de teoría política y de sus laboratorios de pensamiento.
Porque ya hay que pertenecer al club de los optimistas incorregibles o de los psicópatas recalcitrantes para creer que algo así, una doctrina tan calculadoramente deshumanizada y deshumanizante, habría podido funcionar siquiera en alguna mínima fracción del espacio-tiempo con el género humano.

Saludos de Jim y como dice el autor: "no es por nada pero Corea del Norte no es un país muy reggae".