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domingo, 28 de marzo de 2010

DE SOFÁS, GATOS Y LIBROS


¿ Qué ves? Un sofá granate, un gato gris y feliz y un libro abierto.
Pues no. O casi que sí, pero no.
Te y me lo explico. Comenzamos por casi el principio de todo.

Recuerda que una tarde de mayo de hace muchos años abriste un libro blanco y El Principito te enseñó que lo que a simple vista parece un sombrero puede ser al final una boa que lleva en su interior un elefante, pero ya sabemos que los adultos, siempre tan atareados en sus nadas cotidianas, apenas entienden de matices ni de esas cosas que no son lo que parecen a simple vista.
Poco después, una noche clara y estrellada de junio, en el balcón de tu vieja casa, Montag te dijo que existían hombres que le tenían miedo a las palabras( ¿ a cuánto va el kilo?) y las quemaban en piras, pero también te mencionó que había hombres que se convertían en libros y- aunque no tenían lomo, portada, prefacio o solapa- te podían relatar entero el descenso por el río Congo de Charlie Marlow en busca del Coronel Kurtz o contarte la graciosa manera que tuvo D. Quijote en armarse caballero.
Más adelante recordaste tu infancia de peonzas y canicas junto a la magdalena y el té "a lo Proust", te paseaste en negro sobre fondo blanco por el Mississippi de Yoknapatawpha y Tom Sawyer, arribaste un jueves en la isla de Laputa, besaste a una chica una mañana muy calurosa de junio entre las rocas de la playa a la vez que pensabas en volver a casa cuanto antes para compartir el arbitrario crimen y merecido castigo del joven Raskolnikov.
Fue más o menos entonces cuando aprendiste con Bastián Baltasar Bux que la vida siempre es bastante peor sin libros- aunque tampoco es para tirarse al tren como la Karenina- y decidiste en ese momento hacerte a la mar, viento en popa a toda vela y mascarón de proa enfilado hacia la polar, con el viejo Long John Silver y el Capitán Flint protestando en su hombro.
Cazar ratas con El Nini siempre será mejor que pelar patatas en un cuartel, así que en esa época que leías el lobo estepario firmaste como objetor de conciencia, aunque tu intención había sido siempre la de hacerte insumiso para fugarte junto con el Abate Faria y Papillon del agujero en que te meterían si te encontraban los malos y patriotas legitimados, que no iba a ser nunca peor que aquella cárcel de Reading en la que Oscar le escribía ya con agrio resentimiento a su anteriormente amado Lord Alfred Douglas.

Es evidente que no se debe convertir el placer en deber como tampoco uno puede evitar enamorarse fugazmente, pero para siempre, una tarde de otoño de una chica pelirroja que lee "El Extranjero" en un banco del parque. Así se vuelve existencialista cualquiera, hasta Ignatius J. Really. Y es que a los ojos de un lector, alguien sosteniendo un buen libro abierto suele ser una imagen más poderosa, erógena y excitante que cualquier trapecio o libélula copuladora del Kamasutra.
Como epílogo (y para finalizar antes de que lleguéis a las guardas, las hojas de respeto, a la página legal y al glosario), deciros que no comprendía hace algún tiempo si la soledad era esto o si duraba cien años o qué demonios era, pero ahora mismo sí poseo la certeza - y sin tener que contratar a Marlowe por horas- de que alguien que ama los libros ha vivido y vivirá tantas vidas que no tendrá tiempo de sentirse solo; habrá imaginado tantos paisajes que cada vez reconocerá mejor el suyo, el íntimo y el de sus alrededores... y que sobre todo habrá aprendido que un sofá granate, un gato gris y feliz y un libro abierto no siempre es lo que parece a primera vista.
Si Gregorio Samsa se despertó una mañana convertido en un monstruoso insecto, pensad ahora solamente un momento en todo aquello en lo que un simple libro abierto puede transformaros: desde un homicida sin escrúpulos que asesina a una anciana sin motivo aparente hasta una aburrida mujer casada, infiel y pequeño burguesa de provincias... pasando por un gato gris y feliz en un sofá granate.
Siempre es posible vivir una vida sin uno abierto en el brazo de vuestro sofá favorito, pero no os lo recomiendo. Es quitarle vidas a la vida.

Saludos de Jim.

martes, 23 de marzo de 2010

LOS PEQUEÑOS PLACERES COTIDIANOS




Hace unas semanas me compré una TV LCD de 40" a un precio bastante decente( apenas 600 euracos). Una calculada inversión, sobre todo, para disfrutar del dvd y de películas sin otro filtro que el de mi caprichoso criterio personal... y sin interrupciones publicitarias. Desde entonces ya he visto films como "Moon", "500 Días Juntos", "El Secreto de sus ojos", " El Tiempo del Lobo"... y la verdad es que se disfruta y para un amante del Cine supone todo un placer el poder visionar sus películas en un formato casero adecuado.
Cuando desempaqueté la pantalla de la gran caja(ahora la tengo de mesa de centro con unos cómics haciendo de patas) que la contenía, y después de montar la tele, inconscientemente, me puse mientras la probaba a hacer estallar esas burbujitas de plástico del papel de embalar que la protegía... y cuando me di cuenta del placer que me suponía aquel mínimo e instintivo acto me vino a la cabeza aquella frase de Paul Valery que dice: " Las guerras son masacres entre gentes que no se conocen para el provecho de gentes que sí se conocen pero que no se masacran"... ¿¿¿??? No, no, perdón, que me equivocado, que la frase que me subió a la testa en aquel momento no era la anterior sino ésta de Ortega: "para quien lo pequeño no es nada, lo grande tampoco es grande".
Espero que en la siguiente muestra de pequeñas cosas que proporcionan gozo os sintáis un poco reconocidos. Placeres personales, intransferibles, mínimos; gestos y usos que uno lleva a cabo con la única intención de disfrutar de sí mismo y sus circunstancias, aunque también suelen ser algo comunes a la especie humana.


- EXPLOTAR PAPEL BURBUJA: Coño, es que esas burbujitas de plástico rellenas de aire que sirven para embalar lo están pidiendo a gritos. ¿ Alguien se puede resistir a tan viciosa tentación? ¿ No os apetece ya retorcer ese plástico para "hacer la metralleta"? Imagínate que te sentaran en una habitación con el suelo y las paredes empapeladas con burbujas sin estallar, pero alguien te obligara a no hacerlo... ¿ no sería una tortura en toda regla? ¿ No delatarías a tus amigos y familia porque te dejaran estallar unas cuantas?
Yo, que soy débil, sí que lo haría. El papel burbuja me puede y me convertiría sin dudarlo en un delator.
Hasta me vicio con el virtual: http://www.gustavoguimaraes.com.br/arquivo/images
/papelbolha.swf


- COSTUMBRES CASERAS E ÍNTIMAS: Deleite no reconocido públicamente el que proporciona a much@s el tomarse el vaso entero de Nocilla de dos sabores a cucharadaditas, los polvos del ColaCao con cuchara grande o beberse el almíbar directamente del bote de melocotón. ¿Quién no ha lamido golosamente la tapa de un Dalky o unas natillas mientras un gusanito de placentero regusto le recorría las papilas gustativas?
¡ Que tire la primera piedra el que no haya metido el dedo en la tarrina de nata montada y se lo haya llevado a la boca entre gemidos y suspiros de satisfacción!


- EL OLOR DE LIBROS, CÓMICS, PERIÓDICOS... : Muchas veces sorprendo a mi nariz olfateando la tinta fresca de todo tipo de publicaciones. Es comenzar un libro nuevo y oler sus páginas, como si mediante el olfato, y no la vista, se fuese a desentrañar parte de su trama o a desvelarnos algunos apuntes sobre su pretendida calidad.
Esa cata primera tendrá que ver con la tinta utilizada, el pegamento, el papel... pero la verdad es que supone todo un placer oler y leer libros, porque cada uno huele distinto al otro. Dicen que los de Cortázar huelen a club de Jazz, los de Delibes a perdiz estofada y los de Conrad a mar.

- ORDENAR ARMARIOS; HACER LIMPIEZA; TIRAR COSAS: Ordenar armarios está bien. Es algo terapéutico el hecho de deshacerte de la ropa( toreras granates con hombreras, sudaderas "Amarras", pantalones lavados a la lejía...) que ya no vas a volver a poner nunca más y que no hace más que crecer y reproducirse compulsivamente en el armario, sin orden ni concierto, desembocando con el paso del tiempo en una suerte de entropía incontrolable. La mente nos engaña con lo de:
- No lo tires, mujer, que igual lo vuelves a poner o estará de moda dentro de cinco años.
La acumulación de prendas y objetos inútiles es un formidable adversario íntimo que causa estragos en nuestra salud mental y tiende a desbocarse, con la pérdida de control del entorno que supone estar cercado por aludes de cosas inservibles. La producción y acumulación de bienes tangibles, la cultura material, terminará por sepultar al hombre.
Una profunda limpieza a tiempo siempre te deja una sensación de ligereza en el espíritu, de feliz levedad. Tirar cosas, vivir frugalmente, deshacerse de continentes, se está convirtiendo en sinónimo de espiritualidad en los tiempos de acopio irracional que corren.


- LA SIESTA: Éste es un producto nacional que los españoles exportamos a toda la galaxia con orgullo y satisfacción. Hay varios tipos de siesta:

a) La siesta con babilla- Genial. El fluido rodando por la barbilla es sinónimo de intensidad y disfrute, de estar muy a gustito entre la manta y el sofá.

b) La siesta con Documental de la 2 de gacelas y leones- Las gacelas y los leones tienen propiedades somníferas, está demostrado. Es ponerse un documental con estos intérpretes persiguiéndose por la sabana y quedarse profundamente dormido a los 2 minutos. Hay quien dice, un ruso, que ha conseguido ver un documental de estos de las cuatro de la tarde entero... ni caso, ¡os está mintiendo! Es imposible. No hay organismo humano que lo resista, por muy de la tundra que sea.

c) La siesta "mala leche"- La siesta "mala leche" es un riesgo que hay que correr. Te quedas dormido media hora y no te cunde nada, pues te levantas con una mala leche del copón sin comerlo ni beberlo. Algo de los husos del sueño o de unos movimientos oculares indebidos. Que no te hablen hasta las seis de la tarde, por lo menos.

d) La siesta erótica- No sé qué pasa durante esta siesta pero la líbido y las hormonas se disparan y te levantas con ganas de un cameo en alguna peli porno. La siesta erotiza, y dicen las estadísticas que a primera hora de la tarde aumenta la concepción de nuevos infantes. Si la dormís solos, ya sabéis lo que os queda.

e) La siesta profesional- Un verdadero profesional se calza su pijama, sus zapatillas, pone la radio y se mete en la cama hasta las siete, por lo menos, que se levanta para ver El Diario de Patricia. Se ríe de los aprendices de la "siesta media hora" en sofá y con postura incómoda. Un profesional está a años luz del aficionado a dormirla cada tarde de manera forzada, defectuosa e incorrecta.


- APRETAR PUNTOS NEGROS: A las madres y a las novias les encanta esto de apretar espinillas, exprimir el pus, estrujar puntos negros... debe de ser su sádico bocato di cardinale. Vale, es un placer que duele un poco, pero a ver quién no ha sentido un poquito de regusto al reventarse una espinilla y ver salir como un misil, contra el espejo, ese molesto hilillo blanco y viscoso(puaj, ¡¡qué vulgaridad!!).


- VIDA DE HOGAR, DE VEZ EN CUANDO: No tener la necesidad hormonal de salir cada jueves, viernes y sábado por pubs estúpidos- apiñado entre la multitud, oliendo al humo y sudor ajeno y en donde además te cobran un pastón por un mísero cubalibre- a ver si ligas o alguien te mira es un motivo de intenso placer. Cuando llevas diez años o más saliendo cada fin de semana, como que te acabas hartando y una buena peli nocturna con pizza o cena tranquila con amigos en casa el sábado lo disfrutas el triple, sin aglomeraciones, música estridente y gente paramecia que parece salida de un capítulo de Sin Tetas no hay paraíso o de Star Strek...
Horrible. De vez en cuando está bien, pero con los años y por costumbre... aburre soberanamente.


- ZAPPING: Llegas a casa de noche, es viernes y mañana no madrugas. Estás cansand@. Te pones las zapatillas de loneta o cuadros escoceses y el pijama de Hello Kitty!! Coges un yogurt de fresa Larsa. Te sientas en el sofá y enciendes la tele y vas haciendo zapping, pasando de una secuencia con Bruce Willis a un debate chillón de T5 sobre la última amante de un torero. Alguien anuncia en otra cadena un extraño aparato vibrador con el que bajas 10 kilos de golpe mientras en la CNN están con imágenes de un terremoto y en otra te echan vídeos cutres latinos con caribeñas en bikini y una película erótica softcore.
Y, lo más raro, es que estás bien dándole al mando. Descansado, feliz, tranquilo, como en un estado kármico profundo, sin procesar ni siquiera un poco lo que está pasando por delante de tus ojos. El zen televisivo, que yo le llamo, estado de profunda y placentera abstracción deleitosa por la que hay que dejarse llevar de vez en cuando.


- CATÁLOGOS: Soy un fan de los catálogos: desde los básicos 3X2 del Carrefour hasta los más elaborados- con papel reciclado e información abundante del producto- del Eroski. Los voy incluso cogiendo de los buzones. La Fnac, los rojos de Mediamarkt en formato periódico, los amarillos de San Luis, los tochos de navidad del Corte Inglés o del Toys R Us... disfruto mirando las cestas de berenjenas, el precio del kg de las naranjas de zumo, comparando el precio de los calefactores, observando cuánto han bajado los pendrive de 16 GB y las pantallas LCD... ¿ Qué le voy a hacer? Cada loco con su tema. A mí me hacen bien.


- VER TRABAJAR A LOS DEMÁS: Los jubilados son unos suertudos. El placer de ver, con el periódico gratuito en el bolsillo, cada mañana cómo los demás trabajan levantando un edificio o cavando zanjas no tiene precio. Sin tiempo ni prisas, con las manos en los bolsillos y la nariz entre una reja, después de tomar el café con leche y las galletas, a las once de la mañana de un martes, antes de ir al ambulatorio a por recetas para tu mujer... eso es impagable.
¡¡Prejubilación forzosa a los cuarenta ya!!


- DOMINGO DE INVIERNO POR LA MAÑANA: Llueve y hace frío ahí afuera. Miras el despertador y son las ocho, te levantas al servicio, y vuelves a meterte rápido debajo del edredón mientras el agua corre por el cristal y el viento ulula sobre las fachadas. En la cama no hace frío y vas cogiendo rápidamente otra vez el sueño, y en ese estado de duermevela piensas en que te levantarás a las doce a tomarte un colacao, un zumo natural de naranja y unas tostadas con mermelada de albaricoque y que igual hasta vuelves a la cama, con el gustito que da.
Total, para el día que hace fuera... ¿ dónde se va a estar mejor que en casa y debajo del edredón?


Saludos de Jim y recordad que los pequeños placeres proporcionan, a menudo, esas cotidianas y grandes satisfacciones que son las que hacen que esto del vivir merezca un poco la pena. Me olvidé de comentaros el placer de recorrer los bazares chinos y cadenas 100 y poder contemplar en riguroso directo los aberrantes productos que viven en sus pasillos( el gato que mueve el brazo o el perro de porcelana). Otro día, amig@s.

miércoles, 17 de marzo de 2010

EL AMOR ENTRE QUÍMICOS


Se conocieron en el VI Congreso Nacional de Química de los Alimentos y estuvieron hablando toda la noche, mientras bebían Red Bull sin parar, de glucuronolactona, ácido pantoténico y niacina.
Cuando ella le mencionó de manera muy sugerente la B12 o Cianocobalamina y las necesarias 70 etapas de reacción para su síntesis química, él ya estaba calculando los gramos por litro-soluto/disolución- de agua que contenían sus ojos marrones( aunque se daba perfecta cuenta de que sus ojos no eran marrones de verdad, ya que el color es una percepción visual que se genera en el cerebro al interpretar las señales nerviosas que le envían los fotorreceptores de la retina del ojo y que a su vez interpretan y distinguen las distintas longitudes de onda que captan de la parte visible del espectro electromagnético).
A las 5 de la mañana, en mitad de una cautivadora discusión sobre Sales Binarias y la formación de tetraóxido de hierro y dihierro (Fe3O4 = FeO – Fe2O3), se entrelazaron las manos y se besaron sin más.
- Su saliva tiene un ph bajo y un regusto como a bicarbonato de sodio... ¡¡¡me gusta mucho!!- pensó ella.
- Posee un evidente déficit de transcobalaminas en la sangre que habrá que subsanar con tiempo,cariño y dedicación- meditaba mientras él en silencio.

Subieron, desnudándose por el pasillo, a la habitación y penta-hicieron el amor de forma clásica y sistemática, como en la nomenclatura tradicional, hasta quedar extenuados y haber expelido todos los electrolitos posibles mediante su cálido sudor.
Con cada orgasmo, ella gritaba muy fuerte: - FeO(Óxido Ferroso). A él, extrañamente, le gustaba.

Para desayunar pidieron mantequilla con muchos triglicéridos y cereales almidonados. Se despidieron al finalizar el congreso con una sonrisa y un beso en la mejilla y se intercambiaron los correos y teléfonos.
Pero pasó el tiempo( el tiempo es la magnitud física con la que medimos la duración o separación de acontecimientos sujetos a cambio, de los sistemas sujetos a observación, esto es, el período que transcurre entre el estado del sistema cuando éste aparentaba un estado X y el instante en el que X registra una variación perceptible para un observador o aparato de medida... pero esto es física, no química, y no sé cómo se ha colado esta definición en mi relato) y ninguno de los dos tomaba la iniciativa, aguardando que fuese el otro el que lo hiciese. La Teoría de la Correspondencia parecía no funcionar adecuadamente.
Y hay que decir que, pese a la distancia, sus hipotálamos continuaban enviando mensajes a las diferentes glándulas de sus cuerpos, ordenando a las suprarrenales el aumento de adrenalina y noradrenalina- los neurotransmisores que comunican entre sí a las células nerviosas- cuando pensaban en el otro.
Pasaron varios meses así, con el corazón a 130 pulsaciones por minuto, la presión arterial sistólica alta, liberando grasas y azúcares para aumentar la capacidad muscular, generando más glóbulos rojos de lo debido con el fin de mejorar el transporte de oxígeno por la corriente sanguínea... así que era evidente, químicamente, que estaban enamorados.
Una noche de mayo ella recibió un correo que decía: " Los lixiviados de fosfoyesos presentan elevadas concentraciones de sulfato, calcio, sodio, fósforo y metales tóxicos entre los que se encuentra el uranio. Te quiero y te deseo.".
Ella respondió inmediatamente: " Ya sabía que el uso de fosfoyesos en agricultura de forma intensiva o continua puede producir la acumulación de metales tóxicos como el uranio, y te aseguro que también es cierto eso de que el uranio puede pasar a medio acuoso con el agua de riego o la lluvia, con el consiguiente riesgo de ser absorbido por las plantas de cultivo. Yo también te quiero y necesito estar contigo."

Se casaron en julio, tuvieron dos niños- niño y niña- con unas espléndidas y vistosas hélices de ADN y fueron juiciosamente felices, pues ambos, como buenos químicos, eran plenamente conscientes de que con el tiempo el organismo se va haciendo resistente a los efectos colaterales de estas primeras sustancias segregadas y toda la locura de la pasión de desvanece gradualmente, por lo que la fase de atracción no dura para siempre y comienza entonces una segunda fase que podemos denominar de pertenencia, dando paso a un amor más sosegado, a un sentimiento de seguridad, comodidad y paz, de profundo apego.
Y así, cuando se iban a trabajar se despedían siempre con un beso, ya que la gente que besa a sus parejas por la mañana pierde menos días de trabajo por enfermedad, tiene menos accidentes de tráfico, gana de un 20% a un 30% más y vive una media de cinco años más que el resto.

Saludos de Jim y ¡¡¡qué viva la química y el amor!!!

lunes, 15 de marzo de 2010

MEMORIA DE JÓVENES AIRADOS O EL FREE CINEMA



Me gusta mucho esa definición del Free Cinema de algún crítico inspirado de que éste es un movimiento cinematográfico que radiografiaba "a la gente sin clase pero con principios".
Los "angry young men" eran tipos jóvenes e inquietos, y algo subversivos, que procedían del teatro independiente y que en 1956 proyectan conjuntamente en el Instituto Británico de Cine las tres películas inaugurales del movimiento- "Together", "Momma don´t allow" y "Dreamland"- a la par que se presentan en sociedad con su conocido Manifiesto de Los Jóvenes Airados:
"...por su propia naturaleza, el artista estará siempre en conflicto con el hipócrita, el mezquino, el reaccionario, y siempre habrá alguien que no comprenda la importancia de lo que está haciendo; siempre deberá luchar en nombre de sus opiniones..."

Lindsay Anderson, Tony Richardson, Karel Reisz, la revista cinematográfica "Sequence", la influencia de la Novelle Vague, Truffaut y sus "Los 400 golpes", el mecenazgo ideológico del gran John Osborne y su desencantado "Mirando hacia atrás con ira" y un Cine Británico lastrado por el grisáceo academicismo, que no reflejaba la realidad de las capas sociales más modestas de la compartimentada y estanca sociedad británica... forman parte del rico imaginario del Free Cinema.
Me gustaría apuntar que considero personalmente que una película como "If...", de Lindsay Anderson, con su ataque violento y ácrata al imperante modelo educativo conservador y reaccionario británico, incuba y presagia ya el posterior movimiento Punk de los setenta. Hay mucha actitud Rotten y Vicious en el agitador estudiantil Malcom McDowel de "If..".
También sería bueno recordar un momento a John Osborne- quien llegó a guisar ortigas de la orilla del Támesis para comer- como el instigador intelectual de todo esto. El tipo que cuestionó la intocable monarquía británica, que fue tachado de antipatriota por sus dramas, de subversivo peligroso, censurado por los biempensantes de siempre por blasfemo y anti-imperialista, etcétera.

El Free Cinema Inglés, con sus películas baratas y(aparentemente)desaliñadas, su compromiso social y político, su crítica antiburguesa y actitud incorformista, nos ha legado grandes obras maestras que han perdurado a través del tamiz del tiempo y que, de forma particular, recomiendo encarecidamente... películas como " La Soledad del Corredor de Fondo", "If..", "Sábado noche, domingo mañana", "El ingenuo salvaje", "Un lugar en la cumbre"...
Hablando del director Jack Clayton, habría que preguntarle a Amenábar porque en la ficha técnica de su "Los Otros" no figura el concepto: Remake evidente de "Suspense"( "The Innocents"), de Jack Clayton, historia de fantasmas en mansión abandonada con dos niños y una institutriz caracterizada por Deborah Kerr. Ejem, ejem.

Los biempensantes y clasistas británicos se escandalizaron en su momento con esas historias de rabia y frustración juvenil, de reivindicación de dignidad y reconocimiento de clase obrera, con chicas blancas embarazadas de marineros negros, reformatorios que no reforman sino que deforman y decanos ametrallados por estudiantes violentos y revolucionarios.
Loach, Frears, los hermanos Dardenne( "El Niño", inmensa obra maestra), Robert Guédiguian o Laurent Cantet certifican con sus películas que la influencia de los "angry young men" continúa viva y coleando y su legado no ha pasado a formar sólo parte de las reseñas históricas de alguna momificada enciclopedia de Cine para alumnos de escuela de imagen y sonido.

Ahora que tenéis la posibilidad, gracias a la tecnología o a la Fnac, haceros un favor y marcaos un buen ciclo de Free Cinema en vuestras LCD y os aseguro que no os arrepentiréis( incluso puede ser más edificante que ver la segunda parte de "El Zorro", del Banderas y la otra tipa)
Por cierto, cuidado con Telefónica. A mí me acaban de asignar una IP compartida con no sé cuántos usuarios más(problemas para descargas en algunas páginas que ahora tengo) y además me sale como si yo estuviese en Pinto(Madrid). Y por encima te meten el puñetero Canguro.net, filtro para los niños, y yo como que no tengo niños o si los tengo la verdad es que no me han avisado todavía de ello.
Por fin que a mí eso de las páginas con violencia y contenido erótico no me atraen, en absoluto, ejem,que si no...

Saludos de Jim y hasta pasado mañana, cinéfilos desertores del arado.

martes, 9 de marzo de 2010

EL CAFÉ DE LA TARDE


A menudo solía tomar alguna infusión, pues nunca me había gustado demasiado el café. Pero un martes, hace cuatro años, al día siguiente del funeral de mi padre, comencé a pedirlo- y también aprendí a disfrutarlo- a diario. El café de la tarde.
Y es que a mi padre le encantaba el café: en vaso de cristal, tres terrones de azúcar y,más o menos, la misma cantidad de leche y café. Así lo tomo yo también cada tarde, como mi padre.
Mientras giro la cucharilla bajo la espuma marrón y esos tres terrones se vuelven líquidos, suelo leer un libro. Manías. Me gustan mucho esos de suspense que mantienen la atmósfera de intriga hasta la última página y te enganchan de tal forma que te sientes como un poco sola y mutilada cuando los acabas.
Hablando de mutilaciones, también sufrí una mastectomía hace unos meses, por que no decirlo, y me extirparon el pecho izquierdo. Al principio lo pasé muy mal: perdí la confianza en mí misma, me obsesioné con la falta de simetría corporal, dejé de ir a la playa, evitaba desnudarme delante de gente, no dejaba que nadie me abrazase...
Estoy pensando en ponerme una prótesis de esas, aunque todavía no lo sé, pues me da algo de repelús la cirugía.

Ahora son las ocho y diez de la tarde y estoy en una cafetería. Los camareros se cuelan por entre las mesas con bandejas humeantes, las ancianas juegan al parchís y se hacen trampas las unas a las otras, suena un tango de Gardel en la radio mal sintonizada, un señor bajito con bigote apunta algo en una servilleta y se sonríe, un hombre mira en silencio para la televisión mientras su mujer hace el crucigrama. Tintinean los vasos, gotea la cafetera, la calefacción está alta, se lavan cucharas un millón de veces, se pide papel y lápiz, alguien sale del lavabo abrochándose el cinturón mientras yo le espero descifrando los insectos de tinta que atraviesan cada hoja del libro.

Él siempre es impuntual pero llega sonriéndome, y eso me puede. Tiene una de esas sonrisas que te rodea, invade y atrapa, como dibujada a base de notas y acordes. Aparco el libro sobre la mesa, no le reprocho nada. Se sienta y pide un cortado y, sin dejar de sonreirme, me dice:
- ¿ Sabes cuál es el sitio más hermoso donde me he dormido?
- ¿En cuál..?- le respondo dando un sorbo a mi café, que todavía quema un poco.
- Encima de tu pecho izquierdo, esa es mi postura favorita. No entiendo cómo alguien puede dormirse en otro lugar que no sea ése, tan cálido, suave, acogedor... la mejor almohada que conozco...

Y acabo el café caliente y sonrío como si mis labios tuviesen vida propia y de mi boca brotasen un millón de colores. Salimos a la lluvia de marzo y me dejo abrazar durante varios minutos por él y nos dirigimos, cogidos de la mano, al Cine a ver "El Secreto de sus Ojos" pensando que, al fin y al cabo, lo de la prótesis y la cirugía es una estupidez.
Después del Cine me desnudaré. Él se quedará dormido - empapado, en la penumbra- sobre el vaivén jadeante de mi inexistente pecho y yo mientras soñaré con habilidosos camareros, ancianas tramposas, pechos de aire, cicatrices que se cierran con abrazos y con ese café de la tarde en vaso de cristal, tres terrones de azúcar y, más o menos, la misma cantidad de leche y café... pues así lo tomo yo también en sueños cada noche, como mi padre.


Saludos de Jim y buenos cafés para tod@s.

lunes, 1 de marzo de 2010

LAS MADRES O ¡NO TE LEVANTAS HASTA QUE ACABES!



Dante, en "La Divina Comedia", dividía el Infierno en Nueve Círculos, en los que los pecadores eran condenados a pasar- apelmazados como en el bus nº7 en diciembre y sin ni siquiera media hora para el café( hora y media si eras funcionario en la otra vida, la buena)- el resto de su sufriente eternidad. En resumidas cuentas, que en el primer círculo estarían los no bautizados y paganos, en el segundo los lujuriosos y carnales, en el tercer círculo los glotones y golosos, en el cuarto los avariciosos, etcétera.
Yo ampliaría estos Nueve Círculos algo más. Por ejemplo, un posible décimo círculo del averno sería una sala de Cine en la que pasarían perpetuamente películas de Sandra Bullock a gentes castigadas por su pésimo gusto; el undécimo estaría lleno de esa gente hortera aficionada al tuning, los rallyes y que son capaces de leerse enterita una revista de esas de coches tipo Motor 16; otro círculo se aprovisionaría con los programadores televisivos de A3 o T5 y sus descendientes hasta la vigésimo quinta generación... esto hasta llegar a ese círculo en el que se le asignaría una madredelasdeantes- de rulos, bata de boatiné, escoba y zapatilla- a esos adolescentes chillones y zotes que se presentan a Gran Hermano o forman la llamada Generación Ni-Ni.
¿Pero qué es una madre? ¿Cómo se la distingue en una noche oscura? ¿Cuánto pesan? ¿De qué se alimentan?
Yo diría que una de las cosas en las que más se singulariza una madre es en el hecho de ser el único ser conocido en este universo capaz de insertarte- con toda esa delicadeza y cariño del mundo, del que sólo ella es capaz- un supositorio sin ruborizarse y mientras mira con un ojo la telenovela y con el otro está pendiente de la pota de lentejas. Eso es lo que distingue a las madres y las hace únicas y diferentes del resto de los seres humanos pensantes.
Una madre puede estar haciendo muchas cosas a la vez- es como una mujer orquesta- mientras procede a la vergonzante introducción del cono de glicerina(la inserción correcta sería por la parte menos afilada, procedimiento éste que muchos administran de forma errada), pero siempre te lo va a aplicar con sumo cuidado y nunca se va a olvidar de quitarle la envoltura protectora, cosa que habría que agradecerle con lo que me imagino ésta debe de rozar en tan delicada región.

¿ Alquien recuerda a un padre u otro familiar directo haciendo ese trabajito de infausto recuerdo? ¿ Verdad que no?
Claro, porque las madres lo hacen casi todo bastante bien, aunque a veces tengan que encomendarse a San Judas Tadeo, patrón del trabajo y las causas imposibles, para poder sacar adelante a la recua de ineptos que tiene a su cargo y que ella llama- sólo Dios sabe el por qué- ¡¡Familia!!.
La fuerza de la costumbre, digo yo.


Las características de una madre son muchas y variadas, y van mucho más allá de que a menudo tengan que hablar a gritos para hacerse entender:

Una buena madre suele ser contradictoria y además adora los puntos negros:
- Luis José, no te toques los granos, que después te quedan marcas.
- Ven, deja que te saque ese punto negro un momentito, que te afea la cara- te dice cinco minutos después mientras te clava las uñas en la frente y aprieta como la novia de Jack el destripador.

Una madre como Dios manda es un pozo de ciencia infusa y sabiduría:
1) Pero mira que eres idiota... ¿ y si tus amigos se tiran por un puente tú también te tiras?
2) Ese chico no te conviene.
3) Porque lo digo yo y punto, que para eso te parí y soy tu madre, coño.

Tu madre seguro que, como la mía, tenía confidentes muy extraños:
- naaaahh, que estabas fumando el otro día en el portal con tus amigotes...
- ¿ Quién te dijo eso?
- Un pajarito...

Y era muy rápida de reflejos mientras te enseñaba ética:
- Espera, espera, que saco la zapatilla y vas a ver lo que es bueno...

Y hasta son capaces de infundir terror e incertidumbre durante horas mediante ocho únicas palabras:
- Espera que se lo cuente a tu padre.

A pesar de que los tiempos han cambiado mucho en esto de las relaciones madre-hijo, considero una labor enriquecedora la conservación de todo ese acervo tradicional, didáctico y entrañable del "es que pareces tonto, hijo... te lo digo por tu bien... mientras estés en mi casa harás lo que yo te mande...claro, es normal que no te enteres, si es que te entra por un oído y te sale por el otro... pero, ¿tanto subió la leche y los yogures? ¿no me habrás sisado nada, no?... come, ¿cómo que no tienes hambre si estás en los huesos? Calla y come y mas te vale que no vea nada en el plato... a las diez te quiero en casa o duermes en las escaleras... es la última vez que te aviso, la próxima coges tus cosas y te vas... ¿has bebido? échame el aliento..."
Las madres modernas consultan aburridos libros de pedagogía titulados "El Reto de Educar a tus hijos en la Sociedad Moderna" o " Cómo comunicarte con tus hijos", y los recompensan y estimulan mediante complejos sistemas de puntos, premios y castigos, algo parecido a lo de los perros de Pávlov y la salivación.
Una madre de las de antes solucionaría el problema de cómo ejercer la autoridad frente a los hijos de forma mucho más sencilla:
- Te doy una bofetada si lo vuelves a hacer y te estampo contra la pared.
Y lo hace mediante una comunicación directa y mucho más fluida, nítida, sin tanto circunlonquio, para que al receptor no le quede ninguna duda de sus intenciones.
Para mí que había menos niños hiperactivos, deprimidos, peleones, con rabietas y berrinches cada dos por tres, caprichosos hasta límites inhumanos. Y sin tantas zarandajas.

Y lo mismo pasa con el dilema de la educación sexual de los hijos: ahora existen compendios sexuales con fotografías a todo color y libros con cascos y te ponen diapositivas en clase de las trompas de Falopio en 3D y ya hay niños de ocho años que están preparados para defender un discurso con el título de: " El Uso Cotidiano de Enemas en los Clismafílicos. ¿Parafilia o perversión?"
En mis tiempos una madre te daba un único consejo y punto, y todo mientras cargaba la lavadora de ropa sucia:
- Cuidado con las chicas, y si te acuestas con alguna, utiliza precauciones- y programaba la lavadora y se iba a hacer otra cosa.

Y ya está. La educación sexual de parte de una generación en 10 segundos o menos. Sin supernannys ni toda esa elaborada pedagogía moderna que habla de cognotivismo y aprendizaje por descubrimiento y por recepción verbal significativa.


Nada. Os digo yo que no hay nada para el aprendizaje como dormir un par de noches en las escaleras. Ahí sí que aprendes, por descubrimiento súbito y contractura muscular dicotómica, lo incómodo que resulta dormir en un peldaño.
Quien tiene una madre tiene un tesoro y, además, disfruta de una de las pocas personas en este mundo que aunque te vea que duermes debajo de tres edredones y cuatro mantas te va a decir:
- ... ¿quieres que te traiga otra manta y la bolsa de agua caliente? ¡¡Abrígate, que vas a coger frío".

Saludos de Jim a todas las madres del mundo. Os merecéis, se merecen, este homenaje más que nadie, ¿no? Y hasta un tatuaje "amor de madre", si nos ponemos sentimentales y horteras.