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martes, 5 de enero de 2010

MIS NARRACIONES EXTRAORDINARIAS: LA ESTANTERÍA, LOS SUEÑOS Y LA RADIO

Comenta Isabel Pisano que "lo sobrenatural convive con nosotros", aunque yo tengo que decir que soy de naturaleza incrédula y escéptica sobre todas esas cuestiones del Más Allá y del Más Acá. Esas cosas de los archivos desclasificados del ejército norteamericano sobre los UFOS, siempre muy TOP SECRETS, claro, pero que al final siempre se los dejan fotocopiar al primer "investigador" caricato que le suelta al archivero del ejército una propina de diez euros... como que me dan muy mala espina.
Igualito con lo de los Gnomos de Girona, Nessi o El Yeti, o ese resquemor que me entra cuando los inclasificables "Doctores Enigmas" que pululan por el mundo y ultramundo nos cuentan sus experiencias astrales, sus coitos nocturnos con visitantes del planeta XRZ-98, siempre tan bien dotados( "su miembro brillaba en la oscuridad y despedía hazes de luz verde") o cuando varios médiums- alrededor de una mesa camilla con brasero de las de jugar al parchís los sábados por la tarde las abuelas- contactan con el espíritu del marido de la viuda del 5º D, que siempre pide más donativos para las interlocutoras con el Más Allá, que también es casualidad, mira tú.
En mi barrio había varias echadoras de cartas que se ganaban un pastón soltándoles un par de vaguedades, de esas generalidades comunes- a la raza humana- y ambiguas de psicólogo de CCC( " no estás en el momento de tu vida en el que te gustaría... tu marido te quiere aunque tenéis que cuidar vuestra relación un poco más... estás en un punto muy importante tu existencia y tienes que cambiar ciertas cosas...hay una persona que te quiere mal muy cerca de ti) a l@s incaut@s de siempre.
También tengo que decir que yo mismo participé alguna vez, un par de sesiones, en lo de la Ouija ésa, pero nunca se movió el vaso a una velocidad endiablada para contestar a nuestras preguntas tipo " ¿Le gusto a fulanita? ¿ Voy a aprobar el examen de Geografía? ¿ Nos puedes decir los números de la Primitiva?".
Personalmente, siempre me han interesado estas cosas de lo sobrenatural y el misterio como una forma de lectura muy entretenida, incluida dentro del género fantástico, con sus akelarres y orgías de brujas y cabras, ufos, vida más allá de la muerte, almas en pena grabadas en disonantes psicofonías, zombies, las teorías de la pirámides o los moais...
He leído a Benítez, a Däniken, comprado el Más Allá, visto La Nave Del Misterio y Cuarto Milenio, me he tragado la Enciclopedia del Misterio de Jiménez del Oso completa ( en Orense, cuando era niño, de tanta saturación de lecturas acerca de esto de lo sobrenatural, acabé viendo una noche un marciano entrando en mi habitación, verde y con trompetillas, como dibujado por Ibáñez, que me miraba y decía en perfecto castellano: - Luis, no sigas leyendo más o volveré), pero mi aproximación a este mundo de fenómenos y desvaríos que parece no tienen ninguna explicación razonable siempre ha pasado antes por el tamiz de una forma racional y descreída a la hora de buscar las posibles soluciones, convencido de que todos estos supuestos fenómenos tienen una explicación científica, lógica y coherente, sin tener que recurrir a astracanadas tragacuartos y demás parafernalia ocultista.
Nunca he visto un ovni, ni he viajado ninguna noche con mi cuerpo astral sobre los tejados de María Pita... y tampoco creo que soy exactamente la reencarnación de ningún Faraón egipcio, tipo Amosis I o Tutmosis III.
Mi nave del misterio es más prosaica y menos truculenta, y la verdad es que, como militante en el escepticismo que soy, hay tres circunstancias en mi vida, hasta ahora, que siempre me han desconcertado un poco y a las que todavía no les he encontrado una explicación lógica, más allá de puras y duras coincidencias, simultaneidades excéntricas y juegos estrambóticos de la mente humana.
Os cuento:
- LA ESTANTERÍA: Hace unos años en la casa de mis padres, en el barrio del Agra del Orzán. Una estantería de madera con libros y cómics sobre mi cama que llevaba años, años y años allí. Me acuesto, y sin una razón aparente, pues nunca antes había siquiera pensado en ese estante, después de llevar tantos años allí, se me pasa por la cabeza que la estantería está a punto de caer y lo va a hacer esa noche.
Me entra una inquietud extraña, pero tampoco le doy más vueltas, pensando que es una chorrada de las mías.
Sobre las tres de la mañana oigo un Blumm!!! y la estantería cae sobre mi cama, con todos los cómics y libros sobre mí, aunque sin hacerme ningún daño.
¿Mi explicación lógica? Pues ni idea. Supongo que será una simultaneidad excéntrica mente-objeto o algo parecido a esa cuestión de cuando piensas en alguien que no ves hace veinte años y esa tarde lo ves.
Ni pajolera idea.
- SOÑAR CON LA MUERTE: Ésta no es una experiencia sobrenatural propiamente dicha, aunque puede que sea algo parecido a una de esas jugarretas-espejismos que la mente te tiene guardada de vez en cuando.
Una mañana, en duermevela, sin estar totalmente dormido, sueño medio despierto que un día moriré. Hasta aquí todo normal, pues la muerte es un símbolo traumático, un arquetipo insconsciente y pasivo-reflejo muy intenso en ciertos sutiles estados de conciencia, que vuelve proyectada desde la superficie de nuestra existencia más cotidiana, pues es algo con lo que convivimos a diario.
La cuestión esencial radica en que, de repente, me vi habitado de una placidez, sosiego y comprensión de "absolutamente todo lo que me rodeaba" que me resulta imposible de transcribir en signos. La palabra correcta sería inefable.
Sentía que había una dirección concreta, que todo cobraba un sentido determinado, que una vez muerto podías ver todos los engranajes de la existencia, las redes, los pilares, los tejidos y madejas con los que la vida se construía, y todo era ya un fluir dichoso por esos recovecos que ya no quería abandonar. La felicidad y el conocimiento último, supremo.
Y aquella sensación y percepción era tan acojonante que, si por mí fuese, ya no me hubiese bajado nunca de allí, instalado en ese continuum dichoso, tipo ECM( esas Experiencias Cercanas a la Muerte que cuentan los yanquis). Nunca hubiese vuelto por voluntad propia.
No sé cuánto duró, pero me pareció a la vez tan breve como interminable.
Y esta experiencia extraña me trastornó durante un buen tiempo y estuve reflexionando sobre ella, sin llegar a otra conclusión que el haber sufrido algún tipo de singularidad físico-química, producto de esa compleja maquinaria neuronal que es la mente humana, que en ocasiones nos fabrica- para nuestro solaz, sorpresa y deleite- artefactos tan extravagantes como estos.
¿Algo más?
Lo dicho. Ni pajolera idea.




- LA RADIO: Siempre me atrajeron las radios antiguas como bellos elementos decorativos en una casa, para situar entre los libros o al lado de una planta. Esos objetos antiguos completan muy bien determinados espacios, a la vez que contrastan con otros objetos más modernos. Como dirían en la revista NUEVO ESTILO: " la mezcla de objetos antiguos y modernos acentúa los ambientes, y los vuelve acogedores a la par que eclécticos".
Llevaba semanas en ebay mirando y buscando radios antiguas, tipo capilla, años 50.
Coincidió con una época en la que estaba leyendo algunos libracos sobre temas metafísicos, divulgativos religiosos y tal y cual... así que una noche me acuesto y pienso: - A ver, chicos, si todo esto de la existencia tiene algún sentido, que alguien me consiga una radio antigua, dadme esas señal...
Una plegaria lanzada en plan coña, imbuido del tipo de relatos breves que se podrían encontrar en la excelente compilación de Auster " Creía que mi padre era Dios".
Pasan unos días. No encuentro nada interesante, o asequible, en el ebay. Una tarde de verano bajo a las seis la basura( ¡¡¡mal hecho!!!!), cosa que nunca suelo hacer... abro el contenedor de enfrente, dejo la bolsa y no sé por qué razón miro para otra bolsa negra que había al lado- juro que no suelo hacerlo... no me veréis en Callejeros- y la saco del contenedor.
La abro y me encuentro dos cosas: una radio Grundig de los ochenta y una radio antigua, de capilla, de baquelita, año 50, Azkar, de fabricación española... ¡¡en perfecto estado!!!
Subo a casa, la limpio, veo que tiene todas las válvulas perfectas, consigo el adaptador a 125 voltios y la enchufo y funciona perfectamente.
Ahora la tengo enfrente del sofá, sobre dos volúmenes de La Historia de los Cómics, de Toutain. Y cada vez que la miro, me sube algo por el estómago que no sé definirlo muy bien.
O sea, que hago mías las palabras de Newton: "No se lo que pareceré a los ojos del mundo, pero a los míos es como si hubiese sido un muchacho que juega en la orilla del mar y se divierte de tanto en tanto encontrando un guijarro más pulido o una concha más hermosa, mientras el inmenso océano de la verdad se extendía, inexplorado frente a mi".
Pero continuo siendo un agnóstico y un escéptico militante, que conste en acta. Y me acojo a la quinta enmienda, por si acaso, porque posiblemente este sea el post más bizarro que he escrito.
Saludos de Jim el nigromante. Y lo que os he contado es cierto. Juro que todavía no he bebido ni tomado sustancias psicotrópicas.
Por ahora, claro.

10 comentarios:

TEMIS dijo...

Yo tuve una experiencia próxima a la muerte hace unos 20 años. Casi me mato al caerme por un barranco. Efectivamente, te invade una paz indescriptible e irrepetible, te dejas llevar y flotas, tal cual como te lo cuentan. Yo no salí de mi cuerpo ni cosas parecidas, era consciente de que me moría y punto. Pero te dejas ir, sin más, no luchas ni te resistes, te abandonas.
Yo tampoco creo en historias de esas paranormales, y me veo el Cuarto Milenio los primeros diez minutos antes de abandonarme en los brazos de Morfeo y de pequeña también leía el Más Allá y veía a Jiménez del Oso ( coñe, todo lo paranormal va con Jiménez, es otro misterio...) . Ni con esas. En Expediente X siempre fui Scully, Mulder estaba pasado de rosca.
Por cierto, Jim, se empieza " arrebuscando" en la basura radios y se acaba con el síndrome de Diógenes, ándate con ojito...

Pablo Franco dijo...

Bueno, Jim, yo también soy bastante excéptico pero.... Hoy ya es realidad el poder transformar otros metales en oro. Creo que se consigue mediante bombardeo protónico. El viejo ideal de la alquimia se ha conseguido.
La Metafísica (meta- ta fisika) es lo que está más allá de la física. La metafísica intenta completar los "margenes" de la física. Según avanza la física, menos lugar le queda a la metafísica. Seguro que algún día entenderemos otros tipos de energía o de comunicación.
Mientras tanto... ¿a que es divertido especular?

Anónimo dijo...

Para esos culturetillas del tres al cuarto, que ellos están más allá que acá, se dice escéptico con "s" de soplapollas, no con "x" de xentuza.

Anónimo dijo...

Jobá... es increíble la cantidad de Jilipollas con J que hay sueltos!!
Lo siento Jim, porque tú me caes especialmente bien.

Pablo Franco dijo...

A ver, mi cagónimo de guardia.
Entiendo que te caigo mal. Entiendo que te ha jodido mucho que cuente las verdades del barquero del lobby. Pero hombre, se supone que estás en el mismo grupo que Luís, respeta al menos su blog, hombre. A mí me puedes insultar en mi blog si quieres.

De todos modos si pretendes acosarme para que deje de escribir, me temo que pinchas en hueso. Tú con el acoso y tu colega con las amenazas. Déjalo para la próxima reunión, que así haces terapia de grupo.

Pablo Franco dijo...

Por cierto, tú en la encuesta de hoy.... marcaste la última opción, ¿a que sí?

Anónimo dijo...

Rasca, rasca, que cuando escuece hay que rascar y cuidado con las ampollas.

Jim Alegrías dijo...

Como sé que sois gente sensata y razonable- y hasta la gente sensata y razonable tiene en determinados momentos ciertos inevitables calentones- pues os rogaría que reflexionaseis sobre la cuestión de si este es el foro adecuado para dirimir ciertas disputas de cariz político y/o personalista.

Gracias por tratar de entenderme, amigos míos.

Saludos de Jim a tod@s y cuidado con la metafísica y las estanterías.

Pablo Franco dijo...

Pues eso, Luís, a ver si te hace más caso que a mí. Yo hablaba de bombardeo protónico.....
Amablemente le vuelvo a ofrecer al amigo cagónimo, mi blog para que me insulte todo lo que quiera, y casi mejor, que venga a insultarme al restaurante (Restaurante el rubio, calle hersa 8) en el que amablemente escucharé sus deposiciones mientras le invito a unos riquísimos callos. Aunque no haga ademán de pagar y luego no vuelva. :-)

Un abrazo, Jim.

Anónimo dijo...

Vamos a volver a llevar el buen rollito y el humor a este blog.

Un clásico de los 80

La letra a más de uno le puede dar que pensar :-)

http://www.youtube.com/watch?v=X6wZlCXA5CQ