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miércoles, 14 de marzo de 2012

LOS FANTÁSTICOS LIBROS VOLADORES DE MR. MORRIS LESSMORE (2011)

Oscar al mejor corto de animación del 2012.
"Es una carta de amor a los libros y al poder curativo de sus historias", dicen sus autores William Joyce & Brandon Oldenburg.
Merece mucho la pena. Una diminuta obra de Arte(por culpa del formato del blog, lo mejor es pinchar en la esquinita inferior derecha y verlo directamente y en todo su esplendor en youtube)



"Los libros bombardearon sus hombros, sus brazos, su rostro levantado. Un libro aterrizó, casi obedientemente como una paloma blanca, en sus manos, agitando sus alas. A la débil e incierta luz, una página desgajada asomó, y era como un copo de nieve, con las palabras delicadamente impresas en ella. Con toda su prisa y su celo, Montag sólo tuvo un instante para leer una línea y ésta ardió en su cerebro durante el minuto siguiente como si se la hubiesen grabado con un acero"( Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, o la historia de Montag, el bombero que quemaba libros)

Saludos de Jim.


domingo, 4 de marzo de 2012

LOS DIEZ MOMENTOS MÁS MÍTICOS DE LA HISTORIA DE LA TELEVISIÓN ESPAÑOLA

La sobreexposición al universo de las 625 líneas a lo largo de toda una vida tiene sus efectos no deseados e incluso nocivos, pero también ha dado lugar a una mitología catódica individual y colectiva que ha contribuido a nutrir esa imaginería accesible a todos los estratos sociales que se ha denominado La Cultura Popular del siglo XX.
Desde el lejano 28 de octubre de 1956- año en el que que RTVE comienza su singladura- ha llovido mucho, y todas esas décadas de inteligente luminancia han dejado huellas indelebles en el trasteado cerebelo de los telespectadores españoles. Rastros iconográficos que permanecen instalados a perpetuidad en nuestros circuitos neuronales y que todavía nos proporcionan momentos de alegría, emoción e intensos y nostálgicos debates.

Nuestra vida ha transcurrido en buena parte frente a una pantalla( primero en blanco y negro y después en color... ahora pixelada).
Hemos sido felices y disfrutado- ¿por qué no decirlo?- alrededor de ese maremágnum de imágenes y palabras que nos suministraba uno de los mayores instrumentos de control, diversión, pedagogía y comunicación que ha parido esta era de cultura de entrenimiento y ocio masivo en la que nos ha tocado existir.
Hemos formado parte de las primeras generaciones criadas con la televisión; conejillos de indias sometidos a un bombardeo incesante de mundos de ficción catódicos, publicidad engañosa, héroes, villanos, sintonías pegadizas, cabeceras disparatas, aventuras, erotismo... todo forma parte ya de nuestra memoria personal y colectiva, por lo que no podemos renunciar a ser lo que fuimos un día.
Solamente seres dichosos y entusiasmados frente al hipnótico universo que nos suministraba(vía audiovisual) aquel receptor de tubo de rayos catódicos al que, cuando cogía algo de humedad, se le pasaba un secador por la botonera.
Como diría Borges: "Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos"... por ello creo que sería gozoso tratar de rememorar algunos de esos momentos delirantes que forman parte de esa memoria colectiva y catódica que nos ha sido inculcada durante todas estas décadas de emisiones televisivas.
Comenzamos el viaje con:


- YO VENGO AQUÍ A HABLAR DE MI LIBRO: El literario Paco Umbral le pone las pilas a la televisiva Mercedes Milá durante una especie de performance psicotrónica en la que se escenifica que la tarareada hostilidad e incompatibilidad entre los universos intelectuales y catódicos tampoco es tanta.
El calculado ejercicio de literario exhibicionismo ególatra de Don Paco conecta perfectamente con la estética y la demanda televisiva, consiguiendo así que este momento haya pasado, generación tras generación, a los anales de la Historia televisiva española:





- TONET AHOGANDO AL BEBÉ: La adaptación televisiva de la gran novela de Blasco Ibáñez, "Cañas y Barro", fue realmente excelente.
Alfredo Mayo, José Bódalo, Victoria Vera... se encargaron de inmortalizar para todos los desertores del arado que por aquel entonces visualizaban la caja tonta todos esos maravillosos personajes que pululaban dentro del cerebro del escritor valenciano.
El momento más terrible es aquel en el que Tonet se lleva al bebé de noche a la albufera para ahogarlo en sus aguas.
- Tápale la boca y llévatelo... tápale la boca y que no le oigan... llévatelo, no quiero verlo, no quiero verlo... ahora te toca a ti...- las voces resuenan en la cabeza de Tonet mientras lo sumerge en el agua.
Momento espeluznante equiparable al de las gemelas asesinadas paseándose en triciclo por el Hotel solitario en "El Resplandor".
Pesadilla colectiva que todavía inquieta a muchos telespectadores hispanos de la época(vídeo a partir del minuto 5:00):





- EL PEZÓN DE SABRINA: A Sabrina Salerno se le ve un pezón grande y oscuro en el año 87 durante una actuación("Boys, Boys, Boys") en la Gala de Fin de Año y se produce una especie de catarsis social y agitación multitudinaria en las calles. Toda España habla de la media ubre de Sabrina Salerno como poseídos por una inusitada hambre erótica atrasada que, más que otra cosa, evidencia que cada español podría llegar a ser el protagonista de uno de esos engendros para salidos y pajilleros tipo "Lo verde empieza en los Pirineos".
La demostración empírica de que cada español lleva agazapado en su interior un Pajares y Esteso a punto de invadirlo todo con su líbido incontrolable en cualquier momento.
Momento tetaza o el pezón que cambió España:





- AY, QUIÉN MANEJA MI BARCA(A LA DERIVA): Munich, 1983. Una Remedios Amaya descalza y con una cinta azul en la cabeza, como Karate Kid en plan cañí, sale a cantar una extraña tonada rumbera a los fríos alemanes, muy cerquita del Muro de Berlín.
Aquello es el despiporre. La performance hispanocalé parece que no acaba de cuajar en la Europa de la Unión Soviética y el Sistema Estratégico de Defensa, pues el ¿Quién maneja mi barca? queda empatado con Turquía a 0 puntos.
Ni nuestros hermanos portugueses nos dan un punto, oye.
Lo mejor de todo son las declaraciones posteriores de Remedios Amaya: "Estoy muy agradecida a Eurovisión porque me dio a conocer". Sic. Con este corolario ya queda todo dicho:





- DOBLANDO LAS CUCHARAS DE TODA ESPAÑA: Corre el año 1975 cuando el doblacucharas(que no es lo mismo que abrazafarolas) de Uri Geller impactaba a la audiencia Española doblando enseres de cocina y reparando relojes averiados a lo largo de toda la sufrida piel de toro.
Y todo esto, en un principio, solamente con el poder cósmico de su mente.
No se sabe con certeza si los veinte millones de telespectadores amanecieron al día siguiente con el utillaje de comer sopa torcido o si todo fue una gran farsa del ilusionista Israelí( se dice que los objetos estaban tratados con nitrato de mercurio para reblandecer el metal solamente con un poco de contacto), pero lo que es cierto es que este momento de surrealismo parapsicológico en el programa de Don José María Iñigo ha pasado a formar parte del acervo de la cultura popular psicotrónica televisada del siglo XX patrio:





- CHANQUETE HA MUERTO: O el día en el que España lloró. Somos muchos y muchas los que todavía, algunas noches, oímos aquella voz, como del más allá, espectral, fantasmagórica, de Pancho gritando lo de ¡Chanquete ha muerto... Chanquete ha muerto! mientras corre por la playa. Somos legión los españoles que todavía despertamos, de forma abrupta, envueltos en sudores nocturnos y fríos y con lágrimas en los ojos mientras resuenan en nuestras cabezas aquellas palabras, como una espectral y funesta letanía que nos persigue.
Nunca el óbito de un personaje de ficción ha sido tan conmovedor y traumático para todo el conjunto de una nación entera.
Chanquete ha muerto, sí, pero vivirá en nuestros corazones eternamente, porque un viejo y sabio pescador de buen corazón que toca el acordeón, vive en un barco encallado que se llama La Dorada y se lanza a cantar por Joan Baez("No nos moverán") no puede morir nunca... no sería justo:





- AQUÍ COMIENZAN LAS DOCE CAMPANADAS DE MARISA NARANJO: Fin de año de 1989. Marisa Naranjo espera por las campanadas mientras dice:
- Notarán ustedes que el sonido es totalmente diferente los cuartos a las campanadas... aquí comienzan las doce campanadas...
Pero las doce campanadas no comenzaron nunca, pues ya habían acabado. La buena de Marisa Naranjo confundió los cuartos con las campanadas y dejó a toda España con las uvas en sus vasos y entre sus dedos, pasando con ello a formar parte de la Historia negra de este país, junto con la Dulce Neus y el Crimen de los marqueses de Urquijo y ese americano, el marido de la hija, que nadie sabía qué pintaba allí pero(seguramente por ser extranjero) a todo el mundo le parecía el más sospechoso.
Los años noventa ya empezaban mal. Por el medio de la década desembarcaría Aznar, para completar nuestro particular decenio negro:





- EL APARTAMENTO EN TORREVIEJA O EL SEAT 131: Los viernes eran un día especial allá por los 70-80.
Acababa la tortuosa semana de colegio, te tocaba el baño semanal, veías en bata y merendando los dibujos de El Perro de Flandes o El Show de los Teleñecos mientras toda la familia, e incluso los vecinos, esperaban en el salón a que diese comienzo el... ¡UN, DOS, TRES!
Chicas enseñando pantorrilla, presentadores mancos, humoristas casposos, por 25 ptas profesiones que comiencen por P( por ejemplo, Put...), coreografías al estilo Broadway, hasta aquí puedo leer, apartamentos en Torrevieja o Seat Málaga/131 supermirafiori con encendido electrónico, servodirección, frenos de disco, etcétera.
El sueño húmedo de millones de españolitos desertores del arado que poblaban los extrarradios de aquel desarrollismo urbano podía hacerse realidad: el coche o el apartamento en la playa.
Tiempos entrañables, familiares y extraños, muy extraños:





- LAS EMPANADILLAS DE MÓSTOLES: El gran éxito de las navidades del 86, el sketch del que todo el mundo hablaba, el gag que consiguió igualar el sentido del humor de varios millones de españoles. Uno de los momentos cumbres de la RTVE, firmados por el dúo humorístico Martes y Trece, que por entonces estaban en estado de gracia con sus ¡qué potito! y demás chanzas casposas y radiactivas.
Esto ya no necesita más introducción, pues forma parte del imaginario colectivo del españolito de a pie desde hace varias décadas.
Mitiquísimo. Historia viva de la televisión:





- EL MINERALISMO VA A LLEGAR: ¡Esto era televisión de la buena! Antes de las Mamá Chicho, de los GH, de la bazofia reciclada que emiten incesantemente las cadenas privadas, de los OT palanganeros... ver a todo un Arrabal esponsorizando en directo el orujo español y el Anís del Mono en medio de un plató, pegando saltitos, repitiendo como un mantra sagrado eso de ¡el mineralismo va a llegar... el mineralismo va a llegar! mientras se recuesta sobre la mesa y Campillo la sujeta para que no se caiga... es, a todas luces, impagable, cósmico, galáctico, impensable en esta dimensión cinemática tan aséptica y políticamente correcta de la televisión por TDT.
Otra televisión, mucho mejor, entonces, era posible.
Momento mágico donde los haya, casi metafísico.
Somos muchos los que, desde entonces, esperamos el advenimiento del mineralismo como agua de mayo:



Estos momentos algún día se perderán como lágrimas en la lluvia, pero hoy es el momento de reivindicarlos y disfrutarlos, porque forman también parte de nosotros mismos y nuestro itinerario vital.

Saludos catódicos de Jim.

miércoles, 22 de febrero de 2012

MIGUEL BRIEVA Y LA GENERACIÓN NESPRESSO


Algunos estamos de enhorabuena, pues el gran Miguel Brieva acaba de sacar un nuevo título: "Memorias de la Tierra", en la misma línea demoledora y ácida de sus anteriores obras "Dinero" o "El otro mundo".
Miguel Brieva, para los que no lo sepan, es un autor de cómics sevillano(colaborador en Ajoblanco, Mondo Brutto...) que radiografía en cada una de sus viñetas el mundo del ultraconsumo, de la frívola actualidad y de esos "elevados" valores morales que mueven el mundo y que engendra una dinamo en ininterrumpido movimiento como es el incontestable patrón Dinero.
Comenta Miguel que "la fastidiosa hiper-reproducción de nuestro mundo a través de todos los soportes visuales y publicitarios, junto con el progresivo desvanecimiento de nuestra propia identidad nos hace volver los ojos con nostalgia, fetichismo o inexplicable fascinación estética hacia iconografías del pasado". Y ahí es precisamente donde Brieva articula su lenguaje, construye su técnica y estética, adquiriendo un tono y estilo propio a partir de una mezcolanza de iconografías que van desde la publicidad, el Cine o la Filosofía a la supuesta modernidad de aquella estética futurista e imaginería pop-art de la clase media norteamericana de los años 50.

Brieva aborda -mediante una inteligente, pertinaz y corrosiva sátira- cuestiones como la acumulación grotesca de bienes materiales, el llamado progreso decadente, el espejismo del estatus, la degradación del medio ambiente, la manipulación mediática, la alienación social-laboral y demás patologías relacionadas con lo que él mismo llama "neocapitalismo fascista-lúdico-democrático de consumo".
Sus viñetas e imágenes tienen cierto enganche epistemológico con lo que algunos sociólogos definen como Generación Nespresso, que vienen/venimos a ser estos linajes de nuevos humanos de esa modernidad líquida que nos asfixia y que viven/vivimos permanentemente instalados(gracias a las estrategias abrasivas de los mass-media y a los incalculables hipervínculos que suministra cada último avance tecnológico) en la impaciencia, el vértigo y la urgencia.
Eso que llaman la cultura de la impaciencia, tan sobreexcitada de estímulos, tan metalingüística y paranoide, tan inabarcable como frustante... que ha convertido al ser humano en una especie de representación sobredimensionada y extenuante de sí mismo, dificultando todavía más todo mínimo proceso de auto-comprensión en mitad de este piélago laberíntico de complejidades y avalancha de multiplicidades que factura la modernidad que nos oculta.
Nosotros mismos somos parte de esa generación que tiene como lema vital el "no dejes para dentro de diez minutos lo que puedas hacer ahora, sea lo que sea", la actualización constante, como esas máquinas de movimiento perpetuo y eterno que se mueven sin parar para no ir hacia ningún sitio concreto y definido.

Vivirlo todo en el menor tiempo posible, aunque al final solamente consigamos sobrevivir(como el ratón dando vueltas en su rueda) en una suerte de espiral de emergencia, estímulos y prisas sin apenas un tiempo para asumir, incorporar y digerir convenientemente todas esas potencias e impulsos que nos son suministradas por distintas y sutiles vías. Así que toda esa tendencia y adoctrinamiento hacia un proceso imparable de acumulación material e hiperestimulación tecnológica y mediática deviene en patología y conflicto cuando el mero hacinamiento ya no nos produce placer y toda esa urgencia se convierte en ansiedad y crispación.

Tardaremos todavía cierto tiempo en comprender que el camino del crecimiento y la sabiduría no pasa por la cultura de lo instantáneo y perentorio, de la acumulación sin método ni tiempo para la asimilación, sino por cierto elogio de la lentitud( Las grandes leyes de la naturaleza son: no corras, no seas impaciente y confía en el ritmo eterno)... así que mientras aprendemos a desprogramarnos del vértigo que nos anula y agarrota, disfrutemos de estas imágenes de un Miguel Brieva que nos muestra el camino por el que ahora mismo estamos transitando(pinchar en la imagen para agrandarla):















Saludos de Jim.

viernes, 3 de febrero de 2012

MI INFINITO


Mi infinito a veces es isoformo, feliz, ligero
y tiene un crepitar como de naufragio remoto y nocturno.
Tiene este mi infinito también un aspecto desaliñado de alegrías pasadas,
presentes impredecibles y futuras nostalgias de no sé bien qué
o cómo o dónde o cuándo o con quién.

Mi infinito está habitado por catástrofes íntimas de segundo nivel,
por teoremas que nunca llegaré a descifrar
y por huecos por los que retumba todo aquello que no he sabido ser.
Hay goces, penas, cielos anchos, soledades acuáticas...
aires que me llevan a planetas de infranqueable geometría.

En mi torpe infinito he fracasado un millón de veces,
me he roto a mi tacto en incalculables pedazos,
he rodado por precipicios solamente para observar cómo caía
y poder diseñar una nueva forma de levantarme.
Nadie dijo que fuese fácil transitar mi infinito.

Hoy a mi infinito le sucede que expande sus dominios,
que brota con urgente claridad para colonizar los espacios más variados.
Hoy es probable que si os cruzáis conmigo y con mi infinito
os dibujemos entre murmullos todas esas líneas, palabras y lugares secretos
necesarios para volver a repoblar de nuevo toda la vida interrumpida.

Probad.



Saludos de Jim.

miércoles, 4 de enero de 2012

LA NOCHE EN QUE NO SUCEDIÓ NADA


Quería algo.
Desde hace tiempo quería algo. Un milagro, una señal, un signo... algo. Un defecto, un mínimo fallo, en el mecanismo regular y previsible de aquella naturaleza de la realidad por la que últimamente había llegado a sentir aversión.
Algo.
Lo que fuera.
Llevaba casi toda su vida esperando aquello que nunca se manifestaba.

La realidad daba para pagar el alquiler, comprarse un coche, para tener sexo(oral, con suerte) una vez por semana, ir al cine, salir a cenar los viernes cuando sus padres se quedaban con los niños... pero para nada o poco más.
Él quería pertenecer a esa clase de gente que asiste como espectador a la función de lo extraordinario; de esos elegidos que vivirán el resto de su vida con esa incertidumbre metafísica enriquecedora que debería de causar la contemplación en primera persona de lo inusual y asombroso.
La señal no tenía porque ser Dios sentado y descalzo en el salón viendo un dvd cuando llegase a casa una noche de verano. Ni una lluvia de ranas; ni una sirena varada en la playa o una fulgurante y misteriosa luz baja justo delante de su automóvil estático en mitad de una carretera secundaria y apenas transitada.
No, ojalá fuera eso, pero no. Se conformaba con algo menos efectista. Menos Hollywood. Algo como una intuición omnisciente, como una sensación de dislocación trascendental que le ascendiese de repente desde los pies a la nuca a las tres de la mañana... algo como una melodía acuática e inenarrable que le anegase cualquier día el espíritu de una energía luminosa y renovada sabiduría con la que interpretar la existencia de otra manera.
Se conformaba con detectar ese difuso contorno de la realidad un preclaro instante solamente para saber que aquello estaba ahí, que debería haber algo más que traspasase el tejido de la realidad anodina que lo envolvía... para luego echarse a dormitar tranquilamente en lo que le quedaba de reglamentada normalidad el resto de su vida.
Necesitaba esa señal. Algo con que alimentarse por dentro.


El reloj de la cocina daba las dos y media de la mañana.
Se sentó en silencio enfrente del ventanal para contemplar la noche. Allí solamente había estrellas. Millones de estrellas obedeciendo a un campo gravitatorio global constituido por agujeros negros y gases interestelares. Miles de Millones de estrellas en una simetría esférica perfecta que se agrupaban en cúmulos y sistemas binarios. Cientos de millones de agrupaciones de estrellas, cada una con su ciclo de vida; masas enormes y luminosas que se habían formado a partir de una nube de hidrógeno molecular y ahora alumbraban las galaxias desde la primera noche de los tiempos.

Se acercó a la habitación de sus hijos para comprobar que estaban bien. Sus hijos dormían, pero miles y miles de especies de bacterias, hongos y otros diminutos seres continuaban despiertos, absorbiendo nutrientes y engullendo dañinos microorganismos invasores, mientras que los impulsos eléctricos de las autopistas neuronales se regeneraban, la piel mudaba y las células dendríticas continuaban en primera línea combatiendo frente a las infecciones, capturando otros peligrosos asaltantes, troceándolos en antígenos y exponiendo los fragmentos en su superficie para la protección de los niños.

Ya en su habitación, se metió en cama y abrazó a su mujer- cuyo encéfalo le había guionizado esa noche un sueño erótico en la que era gozosamente asediada, en un hermoso bosque lleno de frutas, pianos y libros, por tres jóvenes y erectos mancebos desnudos montados cada uno en un blanco unicornio- mientras le recorría de nuevo esa desazonante sensación de otra noche perdida sin haber podido ser el protagonista de nada extraordinario, singular o sensacional.


Saludos de Jim y aquí tenéis mi regalo de reyes: la persona más feliz del mundo no es la que más cosas hace, sino la que más disfruta con lo que hace.
Feliz día de Reyes!!!!

martes, 20 de diciembre de 2011

AQUELLOS MARAVILLOSOS JUGUETES



Volvemos a estar en navidad, como cada año por estas fechas, más o menos, aunque las grandes superficies comerciales se empeñen en adelantarlas a los meses de julio-agosto.

La navidad es ese momento mágico del año en el que la mercería del barrio de la señora Carmen pone villancicos a todo volumen y los buzones se empiezan a llenar de catálogos de cestas, cava(antes champán) y turrones; esa etapa de aprendizaje vital en el que uno se da cuenta de que las pilas no vienen nunca incluidas dentro de la caja de los juguetes y además hace un descubrimiento esencial para el resto de su vida adulta: es durante el transcurso de las expectativas, los deseos y la ilusión donde se agazapa la felicidad y el disfrute, y no en la posesión y la pertenencia(a esta conclusión se llega, de forma brutal, cuando el juego o juguete- después de llevar cuatro meses esperando ansiosos por su llegada- nos aburre a la hora y media soberanamente).
También se sabe que es navidad porque en la televisión echan en todas las cadenas a la vez "¡Qué bello es vivir!", porque la mitad de las luces del árbol siempre fallan y porque además los padres se chispean en nochebuena y le dan un pícaro revolcón a su mujer delante de todo el mundo mientras los niños se parten de risa al colocar al niño Jesús debajo del caganet del Belén(yo lo hacía).
A mí me gusta la navidad. Hay olores, recuerdos, gentes, sensaciones... que solamente pertenecen a la navidad y que a uno le acompañarán durante toda la vida. Para mí de una forma muy grata.
También hay que reconocer que esa fe infantil en las navidades se asienta sobre algo indiscutible: los regalos, juegos y juguetes que formaron parte de nuestros desvelos, deseos y goce durante una de las etapas más importantes de nuestra vida.
Cosas a recordar como:



- EL TELESKETCH: El telesketch era una pantalla(rellena por dentro de polvo de aluminio) con dos ruedas en la que los artistas infantiles más avezados podían plasmar allí sus inquietudes. Inquietudes verticales y horizontales, porque las inquietudes en diagonal y circulares todavían estaban proscritas allí, que ya sabían los fabricantes que siempre que empezamos dibujando cosas con redondeces y demás ya sabemos lo qué pasa, picaruelos...
El telesketch era como un Ipad o tablet prehistórico en el se podía conseguir llegar a perfilar, a duras penas y con mucha suerte, una casa con un camino y una chimenea o una frase gótica del tipo de: Mi hermano es tonto, para a continuación ir corriendo a su lado a mostrarle tu arte.
¡¡Mítico y querido telesketch!!


- MAGIA BORRÁS: ¿Quién no ha querido realizar magia alguna vez en su vida y hacer desaparecer a varios profesores, a sus padres y a algún matón de la calle con un sencillo movimiento de una varita mágica? ¿ Quién no ha soñado con echar unos polvos gratuitos y mágicos, timar a los amigos, engañar a todo el mundo? Como un Urdangarín cualesquiera, pero con chistera y clase.
A mí me regalaron un Magia Borrás y aquello fue la revolución cuando llegó el momento de abrir la caja: que si Las Pirámides Mágicas, que si la Baraja Agujereada, que si la Huevera, que si un tocho manual del copón para leer antes de hacer los trucos, que si no me daba salido ninguno, que si aquello era más complicado que ver a un asmático tocando entero el Arabesque de Debussy con una flauta... total, todo un desengaño, de los más duros de mi existencia. No hice ningún truco ni me convertí en un Tamariz de la noche a la mañana y lo único que aproveché fue la varita esa ¿mágica? de plástico que venía para usarla de cerbatana y lanzarle arroz a mi vecina.
Los únicos que hacían magia aquí eran los de Borrás, que se forraban a costa nuestra, los muy trileros.



- XYLOMATIC: "Azul con azul, qué fácil de componer", decía la canción del anuncio. ¿Fácil de componer? La madre que me parió fácil de componer, pues nunca le di cogido tampoco el punto a la Xylomatic ésta. La Xylomatic es lo que se llama un metalófono, instrumento para hacer música que tiene una manivela y unos pivotes que crean melodías al caer sobre unas láminas de metal... o algo así.
Creo que Mike Olfield empezó con uno de estos a componer Tubular Bells.
Otro rollo macareno. Yo no di pasado de cuatro notas de Carros de Fuego, las mismas que tocaría más adelante con el órgano PT-30 que mis padres me trajeron de Canarias.


- EL TOCADOR DE LA SEÑORITA PEPIS: Esas cosas de niñas que maravillaban a los niños, porque cuando íbamos a casa de la vecinita nos quedábamos embobados pensando en cómo les podía divertir aquello de empolvar, pintar y maquillar un busto(una especie de careta de plástico duro) si no había ni tanques ni madelmans ni destrucción por el medio.
¿Quién se podía divertir con aquéllo? ¿Las niñas pertenecían a otra especie no humana? ¿Qué significaba todo ese ritual?
Con las cocinitas y los médicos por lo menos colaborábamos y aprendiamos algo, pero esto del maquillaje nunca nos caló demasiado, excepto a los niños que años después formarían el conjunto tecno conocido como LOCOMÍA.
También había una Tricotosa de la Señorita Pepis, que no sé ni para qué servía, la verdad.




- FUERTE COMANSI: Fort Grant o la magia del lejano oeste en tu salón mediante una figuras estáticas, un fuerte con una torreta y una cantina, y una diligencia con caballos de plástico.
La imaginación hacía el resto.
Después de ver en Primera Sesión todos aquellos westerns en blanco y negro en los que los pérfidos pieles rojas asediaban las empalizadas que los héroes blancos y azules defendían hasta que llegaba el séptimo de caballería en el último momento para salvarlos... ¿quién no querría ser un oficial de una guarnición avanzada que cortejaba a alguna dama(solía ser la hija de algún Coronel)mientras eran asediados por los salvajes emplumados e histéricos?
Épica y lírica colonizadora y racial en estado puro.


- IBERTREN: ¿El juego más aburrido del mundo? Posiblemente, pues había que tener una formación zen o una verdadera pasión por este universo ferroviario de las locomotoras, los vagones, los pasos a nivel... para poder disfrutar de una cosa soporífera y adormecedora como era ver pasar un tren constantemente sobre una maqueta con casitas, túneles y personitas plásticas.
- Joder, es que es... ¡¡A ESCALA!!- te decía algún fan de este rollo para intentar contagiarte la pasión por el hipnótico coñazo.
A escala. A escala de aburrimiento 15:13 hasta el infinito, pensabas tú, porque algo sin tanques, madelmans, explosiones, guerras, muertos, monstruos de otra galaxia, etcétera, no podía ser ni bueno ni sano mentalmente ni, mucho menos, entretenido.
¡Dios, qué aburrimiento existencial, porque, seamos serios... a ver quién en su sano juicio va a ir a ver una película de hora y media en la que solamente se vea entrar y salir trenes de túneles!



- MADELMAN: Atención todos y todas, porque entramos en otra dimensión del entretenimiento masculino: el universo Madelman.
El universo Madelman era pura aventura, a la antigua usanza, y se basaba en aquel lema de: "enviaremos un hombre a Marte, otro al Aconcagua y otro al fondo del océano".
La dimensión madelman- muñeco articulado de acción rodeado de accesorios y complementos- iba desde el Madelman pirata hasta el trampero, pasando por el buzo, el explorador polar, el porteador o el espeleólogo.
Madelman lo era todo, lo abarcaba todo, cualquier deseo o sueño de aventura estaba representado por algún modelo o serie de Madelman, esas figuras de ensueño con ropa y miles de accesorios y complementos que conseguían el milagro de convertir el sofá de casa en un pequeño pedazo de misteriosa sabana del África negra.
Serie aventura, serie militar, serie oeste... fabricación española, equipos individuales, básicos o misiones completas.
Geyperman no tenía este catálogo. Y los Big Jim estaban bien porque rompían tablas con la mano, pero no eran lo mismo.
Hoy en día una caja de Madelman buzo y submarinista básica sin abrir y con sus muñecos y complementos sujetos con aquellas gomitas puede llegar a valer mil euracos y más.
Caviar puro.


- QUIMICEFA: Hace no demasiado tiempo un informe de un laboratorio independiente revelaba que el juego Quimicefa contenía elementos inflamables y sustancias tóxicas que podían desencadenar reacciones violentas.
¿Pero alguien pensaba que podría convertirse en un émulo del Doctor Bacterio sin correr ningún riesgo? ¿Cómo se van a poder crear volcanes con soda, investigar sobre la electrolisis o aprender a liberar calor mezclando dos productos si no asumiendo cierto riesgo personal o, incluso, sobre la estructura del edificio de casa de nuestros padres?
Y es que abrías la caja y veías aquellos tubos de ensayo, vaso de precipitados, ácido tartárico, un mechero de alcohol, barras de gráfito... ¿cómo no soñar e ilusionarse con dominar el mundo, destruir ciudades y envenenar a la raza humana si no era gracias a Quimicefa?
Bienvenido, Quimicefa, los que van a morir te saludan.


- AUTOCROSS: Un coche dando vueltas sobre un imán. Vueltas y vueltas. Vueltas y vueltas. Vueltas y vueltas. Vueltas y vueltas... eso era el autocross.
Un volante, una llave de plástico y una marcha con tres o cuatro velocidades y poco más. No se competía con nadie ni se hacía nada más que pasarse horas y horas y horas viendo dar vueltas y vueltas y vueltas a un coche de plástico.
Eso sí, no se sabe porqué pero era ¡¡¡la hostia de entretenido!!!
Misterios cuánticos de la existencia, como la audiencia de Tele 5 o porqué Ana Rosa Quintana cada vez está más joven.




- CINEXIN: Para mí el Cinexin fue algo más que un juego. El Cinexin fue mi última butaca del cine sin acomodador, que diría Sabina.
Me explico.
Un Cinexin significaba una película de Goofy y Donald en una cocina a oscuras, previo aviso de la exhibición a alguna vecinita cuando mis padres no estaban en casa. Así que esa oscuridad y apartamiento´íntimo animaba a la exploración ajena por debajo de la mesa mientras visionábamos, como si nada, las desventuras de un Donald rodando cuesta abajo por las escaleras de un fantasmal castillo.
Mis primeras incursiones en estas lides amorosas tienen que ver con aquellas viejas proyecciones del Cinexin sobre los azulejos blancos de la cocina, por lo que para mí todos y cada uno de los personajes de Disney me resultan tremendamente evocadores y sugerentes, reavivando en mi interior una serie de sensaciones casi líquidas de goce, descubrimiento y aventura.
Gracias, Walt, por tantas alegrías.


- EL BARCO PIRATA DE FAMÓBIL: Es que tenía que ser el barco pirata el producto estrella de Famóbil. O el fuerte o la caballería. Porque eso de la Granja Famóbil, el Circo o el Zoo... ¿qué es... qué significa? ¿Qué aventuras puede imaginar vivir un niño en un Zoo? ¿Darle de comer a las cebras libera la adrenalina de un infante? ¿Limpiar los excrementos de los elefantes?
La adrenalina de un niño la libera la aventura, la emoción y el riesgo(jugar a ser pirata, espadachín, rey guerrero, vaquero, mercenario...) pero simular que planta rábanos en una granja como que no.
Yo entre los clicks y los airgamboys siempre preferí los clicks, a pesar de resultar los muñecos articulados más inarticulados que se vendían en el mercado. Tenían como más entorno.
Y cuando llegaron las clacks(versión femenina de los clicks en plan enfermeras y animadoras) y los rotuladores para pintarlos ya ni os cuento.
Orgía tras orgía era aquéllo.



- ¿QUIÉN ES QUIÉN? : Juego que consistía en intentar adivinar el nombre de un personaje mediante preguntas del tipo: ¿lleva gafas?¿ Tiene el pelo rubio? ¿Tiene los ojos marrones?
Muy entretenido y recomendable a todo aquel que se quiera acercar al mundo de la política orgánica, pues la pregunta retórica de ¿quién es quién? es dentro de este mundillo uno de los mayores desvelos que padecen aquéllos que desean adivinar e interpretar la naturaleza, los movimientos y posibles posicionamientos de fulanita y menganito, cambiantes y mudables como el zig-zag de una pelota saltarina arrojada contra la pared de una sala.
Y es que la condición humana a menudo es impredecible.


- JUEGOS REUNIDOS GEYPER: La caja tenía más de cincuenta juegos, pero todo el mundo acababa jugando a la oca, el parchís y, como mucho, a la ruleta.
Dentro de la caja venían unos ratones y unos conos de plástico y colores que nadie sabía ni recuerda para qué servían, por lo que algunas madres los utilizaban de adornos para poner en el mueble, al lado de los libros del Círculo de Lectores o sobre la televisión.
Cientos de horas y tardes de invierno y lluvia intentando adivinar para qué servían aquellos tableros raros, ratones y conos mientras deciamos lo de: "de oca a oca y tiro porque me toca".




- EXIN CASTILLOS Y TENTE: Pieza a pieza se podían hacer castillos cutres con fantasmas de plástico o unos cargueros y terminales con silos que te cagabas, dependiendo de si ibas más para Gótico o para ingeniero.
Lo malo de estos juegos fragmentarios para una madre era que aparecían piezas en cualquier sitio y lugar: en la ducha, dentro de la lavadora, debajo del sofá, en un yogur, introducidas en vez del supositorio...
Pero Tente somos todos, porque como decía la publicidad de la época: " Tente es mucho más que un juguete. Tente es un sistema de juegos de construcción, con el que, el niño desarrolla sus habilidades motrices, toma consciencia del espacio, maneja conceptos como grande, pequeño, alto, bajo, conoce formas geométricas y adquiere nociones de equilibrio y simetría".
Igualito igualito que cuando jugábamos a los médicos con la vecina del segundo, digo yo. Y sin tanta pieza desmontable.


- SCALEXTRIC: Nunca fui muy fan de estas cosas de los coches y los motores, y mis recuerdos del scalextric se resumen en, básicamente, dos:
1- Un porsche turbo naranja y otro amarillo que corrían sobre una pista en forma de ocho y que constantemente se salían de ella y había que volverlos a poner en el raíl, lo que suponía un auténtico coñazo, por supuesto.
2- Una mañana de sábado que llevaba mi porsche naranja al colegio Calasanz para participar en una competición y me cayó el coche en un profundo charco de agua y se me estropeó, por lo que no pude llegar a participar nunca en una competición de Scalextric. Este día se truncó mi carrera.
Ni que decir tiene que odio el puñetero Scalextric.


Nos quedarían juegos míticos como el SIMÓN, aquel juego de música y luces con cuatro pulsadores de colores; el PICA-PEZ y el TRAGABOLAS, con los hipopótamos de colores que devoraban bolitas; los coches con cable corto de Payá; los juegos de mesa con vocación de infinitud que eran el MONOPOLY, STRATEGO, CLUEDO...; el LABERINTO CONGOST, etcétera.

Esperamos que este guiño nostálgico haya sido de su agrado y que este año les traigan esa granja de PIN y PON o el PEQUEÑO PONY que le han pedido a sus majestades, si es que han sido medianamente buenos.
Si no, ya saben: carbón del dulce.

Saludos de Jim y ¡¡¡feliz navidad!!

domingo, 4 de diciembre de 2011

EDITORIAL VALDEMAR Y OTROS CUENTOS DE HORROR Y MISTERIO


Un buen día del lejano año 1986 Rafael Díaz Santander y José Luis González deciden dejar de ser solamente apasionados lectores y pasar así a la acción editando en castellano aquellos volúmenes que forman parte de su educación sentimental y arcanos desvelos intelectuales y existenciales.
De esa pasión carnal y licenciosa por la literatura de lo extraño que ambos lectores llevan inoculada en los genes nace la Editorial Valdemar, cuyo germen se plasma en la publicación de sus dos primeros títulos, en unos duros inicios, que los llevan a ambos a la ruina económica y financiera... pero no moral.
Porque no hay empresa pequeña ni imposible para quienes se vuelcan con vehemencia en tratar de transplantar sus deseos y sueños a la realidad, aunque sea subsistiendo a base de duros créditos bancarios, contratiempos técnicos propios del amateurismo inicial y demás sinsabores cotidianos que lastran y finiquitan la mayor parte de los inicios autónomos e independientes.

Pero tanto Rafael como José Luis- como entidades arcanas que son y que parece disfrutan de conexión directa con la energía oscura de los espirítus primordiales de Providence- no cejan en su empeño de invadir y conquistar a la humanidad hispanohablante con sus necronomicones, gorgonas, melmoths, canaanes y demás elementos sobrenaturales que pueblan el imaginario de todos los aficionados a esto de la literatura fantástica, de terror y aventura que el mundo han sido, son y serán.
Así, Valdemar comienza su lenta y oscura travesía sobre las aguas de tinta y alabastro del río Estigia, poblado de criaturas innombrables, para ir confeccionando lo que, a la postre, sería uno de los mayores y mejores catálogos que en estos géneros de lo misterioso e insólito hayamos podido disfrutar nunca(Editorial Minotauro se merece aquí una digna mención por su ingente y previa labor en la producción patria de Ciencia Ficción y fantástica).


La Editorial Valdemar va poco a poco sumando discípulos a su secta literaria, adquiriendo nuevos títulos, creando colecciones, y todo ello sin dejar de cuidar la calidad de unas ediciones que solamente puede provenir del afecto y de la devoción de personas que aman lo que hacen y que pivotan alrededor de unos nítidos valores y metas, como ellos mismos suscriben: " Hacer dinero nunca ha sido el motor de Valdemar, hemos podido mantenernos fieles a nuestros principios y editar lo que nos gusta".
El catálogo de Valdemar es transversal a muchos géneros: desde misterio y erótica a policiaca, pasando por aventuras, memorias, terror gótico o clásicos literarios(El Club Diógenes, Gato Negro, Planeta maldito, Gótica...), pero siempre con la constante de la calidad y de la disposición a proveernos de esos títulos más excepcionales, oscuros singulares y extraños.

La mayor parte de los cimientos esenciales del género de lo extraño, mistérico e intempestivo figuran ya en el catálogo de Valdemar: las obras de Lovecraft, Robert Erwin Howard, Clark Ashton Smith, Algernon Blackwood, Le Fanu, Maupassant... hasta hermosas y oscuras rarezas del calado de "Los Cantos de Maldoror" , "Cultura del apocalipsis", "Las once mil vergas" o "La noche del zepelín".
Deliciosos y neblosos tesoros abisales que la editorial Valdemar se ha encargado de traer a la superficie para que los adictos a paladear las vaporosas dosis del conocimiento de lo prohibido y de la hermosa perversidad de la imaginación y de la carne no se queden sin suministro existencial.



Editorial Valdemar cumple así a la perfección su doble función de sustentadora de la esencia del género fantástico y de horror y, a la vez, de paladín y baluarte contra esa plaga de mediocridad y pésima letra escrita que nos asola en los rankings de los magazines del domingo, en los escaparates de los centros comerciales y las ferias de verano.
Como muy bien dice Rafael Díaz Santander a este respecto:
"-Yo diría que el 90% o más de los libros que se editan, o que copan las mesas de novedades en las librerías, no me interesan en absoluto. O tienden al bestseller precocinado y deshidratado, o al pseudomisterio conspiranoico, o a algo casi peor, que es la Literatura con pretensiones para domingueros intelectuales. Todo ello me produce un mortal aburrimiento. En fin, que agradezco a las editoriales pequeñas el esfuerzo por mantenernos interesados todavía en la lectura".

Y es que cosas como Editorial Valdemar hacen que merezca la pena que continuemos traspasando todavía el umbral de algunas librerías para dejarnos conquistar por el decadente esplendor de antiguas ciudades en ruinas, por el lejano eco de sus dioses primordiales, de sus terrores que reptan en la oscuridad o para aventurarnos un poco más en todo aquéllo que se agita bajo las aguas inquietas del espíritu e imaginación humana desde su primera noche de los tiempos.

Saludos de Jim a los últimos románticos de verdad.