
Pero la gloriosa excepción es cuando pasan los años y algunos de esos artefactos concebidos desde un fastuoso despliegue de pésimo y atroz gusto se transforma en algo Kitsch, Camp o supercool por arte de magia, que es lo que ha pasado con el revival, por ejemplo, de Eurovision, las butacas de plástico en forma de mano abierta, las pelis de Pajares y Esteso, Camilo Sesto o el retorno de los pantalones pitillo.
Mediáticamente son los modernos -gurús deconstructivistas de gustos rococós y estrambóticos tipo Alaska, su marido Mario Vaquerizo, Paco Clavel...- los que convierten el horterismo, o la sublimación del mal gusto, en algo convencional y digerible para la mayor parte de estómagos de las distintas capas sociales.

Pero bueno, aquí no vamos a hablar de Adorno sino de adornos y de ese terrorismo estético y sigiloso que acecha en nuestras casas y en las abarrotadas estanterías de esos apreciados bazares chinos y cadenas 100, contraprogramando sin escrúpulos la pulcra lógica del buen gusto dominante.
Comenzamos este Elogio de lo Hortera con algo tan lastimoso para la vista como son:

Estos elementos suelen tener mesas camillas de tapete verde y falda con ganchillo con varias fotos de ese estilazo enmarcadas en plata. Y colchas con sus iniciales bordadas en dorado.
Es horrendo todo este universo freak de las bodas: la cajetilla de Winston para los hombres, la cestita con avellanas para las mujeres, los macarras del barrio vestidos con corbatines con perla y pendientes de un cristo colgando de la oreja que no hacen más que ir y venir del aseo frotándose la nariz, los tíos viejunos y bebidos que te sacan a bailar y te tocan el culo(bueno, a mí no), el inevitable viaje a Punta Cana, el trámite engorroso de los sobres con dinero y los posteriores comentarios sobre ese primo que da 20 euros para pagar el plato de 5 personas y al que le harán vudú las hembras de la familia durante el resto de su vida...
Además, ahora se han vuelto a poner de moda entre la muchachada casadera los anillos de compromiso provisionales mientras no llegan al altar. ¡Qué horror!
Yo es que cuando me llama alguien que no me suele llamar habitualmente y que todavía está soltero pero ennoviado, no cojo nunca el teléfono, no vaya a ser. Y gracias de todo corazón a los que no me invitasteis a vuestra boda. No sabéis lo feliz que me habéis hecho.

Yo no sé si es que la serie "David el Gnomo" tiene más tirón entre los cuarentones de lo que yo creía o si es que los edulcorantes y antioxidantes que le ponen a los alimentos no son tan inocuos como pensaba.
Hay más de cuatro millones de Gnomos de jardín sólo en Alemania. Hasta se ha formado un frente de liberación de Gnomos de Jardín para salvarlos.
Una variante reciente es la figura del Papá noel que sube por las ventanas en navidad, cosa hortera donde las haya. Y también esa cultura de gnomos y duendes que viven en las estanterías de nuestros hogares occidentales. Entre "David el Gnomo" y "El Señor de los Anillos" nos están horterizando a marchas forzadas.
Lo dicho, una cosa de los edulcorantes que debe de ser esta epidemia que acaba con las neuronas.

Lo de los politonos también tiene tela, que cuando suena alguno te dan ganas de decir lo de "trágame tierra y que no vuelva a salir".
La fantasía del hortera no conoce límites. Es exuberante y muy fértil.
- LA GENTE QUE PIDE AUTÓGRAFOS A LOS FAMOSOS: Buff, yo nunca he sido mitómano, y menos hasta ese punto, pero reconozco que me suele dar vergüenza ajena ver cómo se forman colas en el Corte Inglés para pedirle una firma al primer caricato(¡eres más inútil que un teclado sin Intro!) que dicen que vende más de 10000 discos o que es una star system del Hollywood Mainstream que viene a promocionar su bodrio de acción yanqui a Spain.
Y ya no te digo nada cuando a los que le piden las firmas son a esos futbolistas metrosexuales con mechas y tatuajes de esos que salen en el Sálvame de Luxe con alguna rubia nueva y cuando acaban de entrenar se van a casa a jugar al Fifa 2010.
Tremebundo. Bienvenidos a Zombieland.
Tapas de WC forradas de toalla, los perros de porcelana en el pasillo, paragüeros con representaciones de cacerías del zorro, tapetes de ganchillo encima de la Grundig de sensores con dos perritos de cristal encima, una dama con cesto y miriñaque de Lladró en la estantería, la colección de búhos encima de la mesa de centro... hasta llegar al horror de las plantas de plástico(y siempre hay alguien que suelta lo de: - ¡ Si es que parece de verdad!).
Papel estampado en las paredes, sintasol, cuadros de payasos tristes, crucifijos en la cabecera de las camas para que nadie se olvide de lo del método ogino... triste, todo muy triste.
Si sólo tienes que hacer un pedido de un libro cada dos meses. ¿ Es tanto pedir? ¿ Para qué te hiciste socio entonces?¿Por la oferta del 3x1 inicial con la superagenda de bolsillo de gratis?
Lee, hombre, aunque sea 1 página sí y dos no, que ya verás como acabas antes y, por lo menos, esas ediciones del Círculo ya lucirán de otra forma en el salón y hasta parecerás un gafapasta diciendo en una cena con amigos eso de: - Sí, sí, ¿Quién se ha llevado mi queso? es un libro divino... que os lo digo yo, que fue el libro que leí el año pasado...
Éste es más bien el prototipo de kinky ochentero, que está siendo desplazado ahora de las plazas y portales de nuestro país por esos otros macarrillas que son los bakalas con chándal o pantalones caídos por las rodillas, piercings y afeitado en las cejas, reggaeton sonando en los móviles y coches con alerones y tubarros.
Con estos gilipichis pedestres hasta los kinkys ochenteros de toda la vida me parecen entrañables, con su drogaína, su walkman robado y gritos a cuestas.
Lo de estudiar en los Padres Escolapios marca. La educación religiosa es lo que tiene.

Sus asesores de imagen las odian. Seguro.

Imposible. Sería de locos que las siguientes generaciones desconociesen el legado de todo este acervo cultural hortera del mundo del motor.
La ropa de C&A también es hortera en un 98%, como también lo son esos tipos engolados que trabajan de interventores en el banco o los ha metido su padre en la empresa en el cargo de subdirectores de algo... que van de marca con sus náuticos Bertulli, los chinos Avirex, el polo Lacoste rosa y jersey Burberrys al hombro, haciendo juego con las gafas de sol de Tous en la cabeza(los macarras también las llevan así) y con la inútil y pija de su esposa, rubia de bote, al lado.

Los sombreritos de Ascot, toda la iconografía y estética rancia del Fascismo tipo Cope, Manos Limpias, Galicia Bilingüe, los jóvenes de buena familia que estudian derecho en Navarra y esas señoras con rulos que protestan contra el gobierno porque se preocupa del culo de los mariquitas... y, para no dejarme casi nada, acabamos con lo hortera que es ver a una chica joven toda enjoyada, casi tanto como esas telenovelas sudamericanas de campesinos pobres pero guapos y honestos y musculosos que se enamoran de la hija del terrateniente y pasan todo tipo de penurias hasta poder cubrirlas, y que siempre se hacen llamar Aurelio José o Jacinto Antonio.
También es una hortera sin remedio la gente de tu edad que te llama "chico"(-es que "chico", las cosas no son así...), las camisas hawaianas, las figuras de resina de un perro leyendo un periódico bajo una farola de Cadena 100 o eso vídeos musicales de la MTV para consumo de protozoos que son todo fiestas en piscinas, tíos con cadenas y sellos de oro en los dedos, tipas en bikini que mueven sus caderas y se besan entre ellas al ritmo del puñetero sonido disco-yanqui-hiphop... que me sale sarpullido. Lo dejo.

Saludos de Jim. Éste era el que te comenté la última vez en el Monterrey que iba a escribir. Nos reímos y me diste alguna idea. Espero que te guste.