"LA ORGÍA PARA UNO", POR JIM ALEGRÍAS

A petición popular, vuelvo a subir este pequeño relato erótico-festivo que escribí hace tiempo y en media hora, seguramente bajo los efectos de alguna sustancia que ahora mismo no recuerdo, pero que debía de tener unos efectos muy euforizantes.
Mucho más festivo que erótico, jeje... una coña marinera en toda regla, para entendernos:

ORGÍA PARA UNO

Pulsó en el 5º D y:
- ¿ Qué quería?- dijo una voz metálica de mujer.
- Buenas tardes nos dé dios, señora... pues venía por lo del anuncio SE NECESITA PERSONAL PARA ORGÍA...- dudó un instante. Una vecina con un caniche que salía en esos momentos del portal le tapó las orejas al perro al escuchar la palabra orgía y aceleró el paso- ¿ Es aquí, no?
- Sí, sí... suba, suba.

Le abrió la puerta una señora mayor muy pintada- fosforescente, como un rotulador de subrayado de esos- cuyo rostro brillaba en el descansillo de la escalera.
- Pase, pase...- Arturo siguió el rastro de luz, que lo condujo a una habitación con una mesa camilla con faldilla de punto y un par de sillas. En la pared había colgado un diploma de un CURSO ANTIINCENDIOS expedido por el Inem; a su lado un viejo póster de DURAN DURAN enmarcado en un estridente azul turquesa y un poco más a la derecha un extraño, e incómodo, cuadro de unos ciervos con perros y escopetas persiguiendo a un hombre desnudo por un bello paraje de aspecto romántico.
- Bueno, pues nada, yo venía a por lo de la orgía- Arturo rompió el hielo.
- Sí, pues ha sido el primero en llegar. Habrá que esperar a los otros, ¿no?... ¿ o desea comenzar la orgía usted solo?- la mujer fosforescente rumió una risita que iluminó la habitación y Arturo la acompañó- No sería el primero...
- No, no tengo prisa, prefiero esperar a los demás- remarcó Arturo mientras contemplaba el cuadro de los ciervos cazando al hombre desnudo.
- ¿ Le gustaría tomar algo mientras?
- ¿ Tiene Tang de limón?
- No, pero acabar de meter un mosto frío del Eroski en la nevera que está de muerte... ahora le pongo un chupito.

Le trajo el chupito de mosto y Arturo lo bebió de penalti y sintió como una nube rosa le rondaba la cabeza. Estaba un poco mareado.
- ¿ Es la primera orgía a la que asiste, don...?
- Arturo, Arturo... pues sí. Es la primera. Nunca he tenido novia, aunque siempre me he sentido monógamo en potencia. Y, ahora, con 37 años y un buen sueldo de lector de contadores de agua- estoy fijo, con contrato indefinido- quiero probar . He visto su anuncio de SE NECESITA PERSONAL PARA ORGÍA y no lo he pensado más. Es mi lado salvaje y sórdido. Mi anterior vida de monógamo en potencia se ha tomado un descanso...jejejeje- el mosto hacía su efecto. Arturo no estaba acostumbrado a los intensos brebajes del Eroski.
- Y hace bien. Es usted un pícaro... por cierto, Arturo, son 150 euros. Por los trabajos de gestión y papeleo de la orgía. La verdad es que con este precio pierdo dinero, pero la devoción y el sacrificio por la felicidad de los demás puede más...
- Sí, sí... aquí tiene- sacó 150 euros y se los dio.

La señora fosforescente puso música. Un recopilatorio de Duran Duran. Pasaron dos horas y no llegaba nadie. Arturo bebió otros dos mostos mientras la mujer le hablaba de un hijo que tenía que estaba en Suiza trabajando de mimo y que le mandaba cada semana una carta totalmente en blanco, muda.
Comenzó a anochecer. Arturo ya ni veía el cuadro de la caza del hombre. Solamente el rostro de la señora brillaba en la oscuridad como una lámpara de ikea con pantalla pintada de acuarelas. Esta única iluminación le daba un halo de irrealidad a la habitación y al momento.
Arturo habló.
- Parece que no viene nadie.
- Hay días y orgías así. Yo ya he visto de todo en este mundillo... si yo le contara!!!! Pero mire, como yo soy una profesional y usted ha pagado ya por los servicios de una orgía en toda regla y todavía no ha llegado nadie, le voy a ofrecer mi servicio exclusivo y alternativo: LA ORGÍA PARA UNO- la señora se abrió la blusa, se sacó unos pequeños pechos caídos y surcados por gruesas venas azules y se subió la falda hasta el ombligo, enseñando un coño tan peludo que se hubiera podido perder una pelota de golf extraviada en aquel pequeño matorral. Y todo iluminado únicamente por el surrealista rostro fosforescente de la mujer- Aprovéchese de estas vistas, Don Arturo... mejores que las de las colinas de Roma!!!
A Arturo le recordó a los gusiluz con que jugaba su hermana.
Se bajó la cremallera del pantalón de tergal gris, se sacó un miembro pequeño pero ya duro y participó en aquella estupenda ORGÍA PARA UNO masajeándose sus partes con cierta inocencia.
- Voy a eyacular, voy a eyacular... qué placer, qué desenfreno, qué vicio, qué orgía sin parangón... !!!!
- Eyacule sin miedo, Don Arturo, que para eso está usted en su casa- la mujer se intentó llevar un pezón a la boca para excitar a aquel semental desenfrenado todavía más pero su reuma se lo impidió y se quedó a medio camino, paralizada por un pinzamiento en la nuca- Deme su néctar, vamos, que está usted en su primera orgía, viciosillo...
Arturo eyaculó en su camisa de cuadros y se limpió con el mantel de ganchillo de la mesa camilla. La mujer se bajó la falda, se embutió las tetas venosas en el sujetador color carne y los dos fueron hacia la puerta.
Ya era de noche.
- ¿ Qué tal ha sido su primera orgía, Don Arturo?
- Una gran experiencia, madame, y un placer como nunca había conocido. Una delicatessen para los sentidos...
- Pues imagínese hacer una orgía con más gente!!!... El viernes que viene, a las cinco, preparo otra gran orgía... ¿ se apunta?
- Cuente conmigo, madame.

Y Arturo salió de la casa henchido y satisfecho de sí mismo. Cuando contase en el bar, como si nada, que él solía asistir a orgías de vez en cuando, los demás lo mirarían con respeto y cómo lo que era realmente: un sátiro indecente, un Sade del siglo XXI, un libertino hombre de mundo amante del sexo y sus excesos más sórdidos.
Y se miró la mancha de lujuria impresa en la camisa y sonrió todo el camino de vuelta a su casa, pensando que hoy volvería a ver EYES WIDE SHUT en dvd nada más llegar. Después, claro, de tomarse un colacao con galletas y ponerse sus pantuflas grises de cuadros.


Saludos de Jim desde el país del desenfreno.