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martes, 8 de septiembre de 2009

ESCUPIRÉ SOBRE VUESTRA TUMBA.


" En cuanto al fondo propiamente dicho de la obra, es una manifestación de un afán de venganza en una raza que, digan lo que digan, vive aún escarnecida y aterrorizada; es algo así como un intento de exorcizar el poder de los verdaderos blancos"( Boris Vian)

Hoy, un libro, una breve y grandísima novela, aunque no le falten numerosos detractores: "Escupiré Sobre Vuestra Tumba", de Boris Vian.
Libro maldito, de los de verdad, publicado en 1946 bajo el pseudónimo de Vernon Sullivan y censurado en 1949 por su alto contenido violento y pornográfico.
Es la historia de una venganza, de un tipo negro llamado Lee Anderson que tiene la piel blanca y a cuyo hermano han linchado los sureños de la Holy Bible en la mano derecha y la soga en la izquierda por enamorarse de una mujer blanca.
Apenas 170 páginas de novela negra cruda y sórdida, que fue escrita en 15 días por una apuesta. De factura muy moderna, con un lenguaje áspero, directo y urgente, aderezado de frases telegráficas y sin apenas circunloquios.
Si alguna virtud( yo, al contrario que mucho críticos posmodernos, siempre he defendido estos numerosos hallazgos ) tiene esta Novela Moderna es su automatismo e inmediatez, su desprendimiento de ciertos pasajes estirados hasta el hartazgo; esa ausencia de las descripciones virtuosas e interminables... siempre he admirado en ciertos autores del siglo XX ( Fante, Cheever, Douglas Coupland, Baricco, Carver...) ese punzante perfil limpio de ripios y de toda la hojarasca de esos novelones decimonónicos destinados mayormente al consumo de cierta burguesía, que era la clase que disponía de esa prerrogativa de tiempo desocupado que denominamos ocio.

En "Escupiré Sobre Vuestra Tumba" encontraréis prostitutas de doce años, racismo, asesinatos, sexo, etcétera, pero nada de todo esto es gratuito y arbitrario, pues toda esta amalgama tiene un sentido, una determinada dirección: denuncia de los prejuicios raciales, crítica social, vapuleo de las conciencias... un escupitajo en el rostro a la moral y buenas costumbres de aquéllos que inundan las iglesias de plegarias de paz y amor y rezan a su dios blanco antes de suspender de un árbol a un ser humano inocente, sólo por que no es de su mismo color de epidermis.
Y lo paradójico es que mientras se continuaba linchando a esta gente, era a Vian al que acusaban de indecente e inmoral por su "Escupiré Sobre Vuestra Tumba".

Boris Vian nació en Francia y ejerció de Francés. Fue trompetista de jazz, estuvo catalogado como existencialista( era amigo y se codeaba con sus popes, Sartre, y demás círculos intelectuales franceses) aunque no creía en la esencia.Fue también autor de más de 400 canciones, ingeniero industrial, antiburgués militante, crítico de jazz, novelista, dramaturgo, compositor pacifista de un himno que ensalzaba la figura de los desertores y de una obra teatral sobre el desembarco de Normandía en la que los soldados Norteamericanos y Alemanes se jugaban sus uniformes y después, con los uniformes cambiados, desfilaban cada uno hacia el frente de los otros, para seguir matándose, ahora bajo el palio de una bandera y patria diferente( obra maestra del absurdo y sinsentido de los conceptos guerra-patria)...
"Otoño en Pekín", "El Lobo Hombre", "La Hierba Roja" o "La Espuma de los Días" son obras suyas muy recomendables.

Billie Holiday en su impresionante "Strange Fruit" nos canta - con esos inimitables matices y tonalidades- sobre esos oscuros frutos y la negra y amarga cosecha que pendía sobre las ramas de los árboles sureños no hace demasiado tiempo.

Extraño fruto

Árboles sureños cargan extraños frutos,
Sangre en las hojas, y sangre en la raíz,
Cuerpos negros se balancean a la brisa sureña
Extraños frutos penden de los tuliperos.

Escena pastoral del galante sur,
Los ojos saltones y la boca retorcida,
Perfume de magnolias, dulce y fresco,
Y el repentino olor de carne quemada.

Aquí está el fruto (que alardea coraje) para que arranquen los cuervos,
Para que la lluvia tome, para que el viento chupe,
Para que el sol descomponga, para que los árboles suelten,
Esta es una extraña y amarga cosecha.

9 comentarios:

Pablo Arangüena dijo...

Luis, a ver si me haces el favor de prestarme alguna novela de Boris Vian y el libro de Monge (outra Coruña é posibel).
Ya de paso, si puedes llévamelos mañana.
No te preocupes, suelo devolver los libros.
Un abrazo

Jim Alegrías dijo...

Mañana te los bajo, Pablo.
Y la peli de Cube, que no la habías visto.
Y eso, lo de Cube, es un pecado en un tipo aficionado a la SF.
Sí, señor. Un pecado. Y, además, no venial. De los graves, de los que te cierran las puertas al cine-paraíso eterno donde van después de morir todos los cinéfilos.

Pero bueno, todavía estás a tiempo de redimirte, anacoreta.

Salud.

negrín dijo...

De la serie negra de Boris Vian, también está su libro "Que se mueran las feas", novela también muy recomendable y quizás mas "hecha" que la de "Escupiré.."

Ahora bien, el polifácetico Boris Vian, aparte de patafísico y artista que tocaba varios "palos", tenía un curioso amigo, "El Mayor", (así figura en varios de sus cuentos), cuyo nombre real no recuerdo, pero a lo que iba, Jim, "El Mayor" era un personaje curioso. Era tuerto, y cuando Boris y él organizaban los famosos "surprise partys", "El Mayor" que siempre accedía a estas fiestas por las ventanas, se dedicaba a escandalizar a las damas. Uno de sus "numeritos" preferidos era tragarse la aguja del tocadiscos con lo que la música ya no se podía seguir escuchando. Cuando sacaba a alguna mujer a bailar lo primero que hacía era sacarse el ojo de cristal y ponérselo,a ésta, en la mano. La mujer horrorizada, dejaba automaticamente de bailar y así El Mayor podía bailar con otra.

Tanto friquismo por parte de El Mayor se cobraría su precio. El Mayor murió al romperse las sábanas anudadas que utilizaba para irse de estos "surprise partys", ya que tanto a la llegada a la fiesta como a la hora de marcharse El Mayor siempre utilizaba este poco habitual método de salir y entrar de las casas.

Un saludo, Jim.

molespink dijo...

La novela no la he leido Jim, pero motivación de sobra para leerla es este poteo que te has marcao. Muy linda Billie, que inmenso swing, justo estoy ahora completando una colección de cds de ella.
Saludos

Azra dijo...

Y el disco que sacó Andy Chango para homenajear a Boris Vian? la canción de Rock and roll mops, que grande!
No pinta mal, empezaré a mirar algo...

Hombre Jim, Cube tan indispensable?No apta para calustrofóbicos!
Saludos vian-dantes!

negrín dijo...

Más cosas sobre "El Mayor"

Este personaje, amigo inseparable de Boris Vian, apodado “El Mayor”, era Jacques Loustalot, adolescente de madurez sorprendentemente superior a los quince años que en realidad tiene.
Loustalot es todo un personaje, libérrimo en palabras y en gestos, y encarna toda la excentricidad que a Vian le gustaría permitirse. Una de las costumbres más arraigadas del nuevo amigo de Boris, apodado 'El Mayor de regreso de las Indias', es la de marcharse de todas partes por la ventana, confeccionando, cuando ésta queda demasiado alta, una cuerda con sábanas.

El 7 de enero de 1948, Boris Vian vivirá uno de los peores días de su vida. Esa madrugada su amigo Loustalot, 'El Mayor', sale como de costumbre por la ventana del apartamento de turno, donde había pasado la noche de fiesta; la diferencia es que el apartamento se encuentra en un séptimo piso, y que El Mayor no ha preparado la consabida cuerda de sábanas. Nunca se sabrá si se trató de un accidente o de un suicidio; el caso fue que El Mayor atravesó solo su última ventana, ya que esa noche Boris no había podido asistir a la fiesta. Tampoco pudo llegar a su entierro: como si el destino se empeñara en no dejarle despedirse de su amigo, el coche se le estropeó camino del cementerio y el Mayor tuvo que reemprender sin la presencia de Boris el subterráneo e infinito nuevo camino hacia las Indias.

negrin dijo...

Boris Vian escribió en apenas una hoja una especie de autobiografía:

«Mido un metro noventa y seis descalzo, peso bastante, y antepongo a todo las obras de Alfred Jarry, la fornicación, Un Invierno Duro y mi bienamada esposa. No me olvido, aunque situados después, de la música de la Nueva Orleans, Duke Ellington, Lana Turner, Ann Sheridan, las sinfonías del comodoro (...), las chicas del Jazz Club Universitario (sobre todo una rubia con vestido verde... pero no insistamos). (...). Detesto a Paul Claudel (ya lo he dicho, pero es agradable de decir, por eso nunca he leído nada suyo), El Gran Meaulnes, el violín de jazz como lo practican los franceses, las mentiras y los pequeños aparatos, Iván el Terrible, el Papa. Tampoco me gustan los pechos planos (en las mujeres), las endibias, la mierda, excepto cuando están bien acomodadas. Busco un apartamento de cinco piezas, todo confort. He tenido una vida agitada, aunque estoy dispuesto a empezarla de nuevo».


Al poco tiempo, murió. Su muerte acaeció en plena representación cinematográfica de la “adaptación” de su novela “Escupiré sobre vuestras tumbas”( en plural, pues así figura en el original en francés, aunque aquí se puso en singular).

Así que el pobre Boris Vian puede que haya muerto a causa del disgusto que le ocasionó la adaptación cinematográfica de uno de sus libros.

Esto va por Jim: no dejes que ningún director de cine adapte tus obras, a menos que sepas que el guionista responde al nombre de Berlusconi y se trata de un vodevil o una parodia. En caso contrario, llévate las pastillas contra la hipertensión.
Saludos y viva el Jazz!!!

Anónimo dijo...

Interesante... es posible que ahora mismo necesite algo de lectura libre de pasajes interminables. Algo que pueda leer en el trabajo sin perder la concentración. Gracias.

Jim Alegrías dijo...

Joer, Negrín, te voy a fichar de "negro".
¿ Cuánto pides?

Es que Billie es mu grande, Tan mía.

Azra, a mi Cube me gusta mucho. Yo es una de las mejores pelis de SF que he visto en los últimos años. Eso sí, claustrofóbica de pelotas.
La primera vez que la vi me dejó hasta mal cuerpo.

Échale un vistazo, Jan, merece la pena.

Saludos de Jim.